Fernando López y Javier Rojas, dueños de un local de informática en Madrid, fueron condenados por la justicia a un año de cárcel y a pagar la suma de 2.500 euros en concepto de multa.
 
El delito cometido por los comerciantes fue “crackear” consolas de juegos y comercializar copias no originales  de los videojuegos para Playstation o Xbox a través de internet o por teléfono.
 
Por este motivo, el Juzgado en lo Penal Nº 23 de Madrid condenó a los dueños del negocio, identificado como Game Service, luego de que la Policía interviniera el comercio e incautara 1.287 copias ilegales en el interior del establecimiento, chips para modificar consolas y tres PC con 12 lectoras para piratear juegos.
 
El suceso se desató debido a una denuncia realizada por la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (ADESE), organismo que defiende los intereses de la industria del videojuego.
 
Además de la condena a prisión que los dueños sufrieron, deberán pagar una multa de 2.500 euros cada uno en concepto de indemnización a la ADESE por el beneficio que las compañías dejaron de obtener ante la menor venta de juegos originales.