El estudio chileno Philippi y el colombiano Prietocarrizosa tienen previsto fusionarse, y la novedad de esta integración es que el estudio español, Uría Menéndez, tendrá el 30 por ciento de participación en la nueva sociedad, denominada Philippi, Prietocarrizosa & Uría.

La estrategia es aprovechar el potencial de crecimiento en el floreciente mercado de América Latina. En un comunicado, Uría Menéndez aclaró que su intención es que el nuevo estudio se expanda a otros mercados, tales como Perú y México.

Philippi, Prietocarrizosa & Uría comenzará a operar el 1 de enero de 2015 y tendrá 220 abogados en las oficinas de Santiago  de Chile, Bogotá y Barranquilla. Uría Menéndez, muy cercano de Slaughter & May, aportará a la asociación 530 abogados y su red de oficinas de América Latina, Estados Unidos, Europa y Asia.

Asimismo, el nuevo estudio tendrá un panel ejecutivo con dos miembros de cada estudio. Se tiene previsto nombrar a un nuevo socio gerente para supervisar las operaciones en los próximos meses. Las funciones de gestión se delegarán en un comité de dirección con seis socios.

Un portavoz de Uría Menéndez comunicó a través de The Lawyer que para lograr una interacción de los empleados, se creó un programa regular para que los abogados trabajen en las oficinas de los otros estudios. Además se confirmó que los abogados de los tres estudios mantendrán sus cargos y sus oficinas.

Para Martín Carrizosa, miembro del comité ejecutivo de Prietocarrizosa, la medida fue en respuesta a las necesidades de los clientes del estudio. Además sostuvo que “muchos de nuestros clientes ya están presentes en varios países de América Latina, o están en el proceso de expansión de sus negocios en la región. Los empresarios y muchas multinacionales ven América Latina en general, y los países de la Alianza del Pacífico, en particular, como un mercado legal nuevo y distinto donde se requiere un asesoramiento jurídico de alta calidad".

Juan Francisco Gutiérrez, presidente Philippi dijo: "durante mucho tiempo habíamos identificado la necesidad de unirse al proceso de internacionalización creciente que las empresas chilenas están experimentando, especialmente en la región de la Alianza del Pacífico".