A partir del 1º de enero de 2023, las rentas pasivas de fuente extranjera (es decir, alquileres, dividendos, intereses, regalías y demás rentas pasivas, incluyendo ganancias de capital), actualmente excluidas de impuesto, pasarán a estar gravadas por impuesto a la renta corporativa.
Así lo resolvió el Parlamento uruguayo, al aprobar (el pasado 16 de noviembre) el proyecto de ley que fuera presentado hace muy poco tiempo por el Poder Ejecutivo (a efectos de salvar la objeción formulada por la Unión Europea contra el llamado “principio de la fuente” vigente en Uruguay) y que fuera comentado en anteriores ediciones de este mismo Newsletter.
No obstante ello, la obligación de pagar impuesto sobre dichas rentas corporativas podría evitarse en la medida que la sociedad uruguaya cumpla con ciertos requisitos de sustancia en Uruguay.
Por Domingo Pereira y Guzmán Ramírez
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