En el día de ayer, promediada la tarde, el flamante Secretario electo de la CTA, Pablo Micheli, se presentó en la sede de la central gremial a los efectos de tomar posesión de la oficina que la justicia le confirmó haber obtenido en las últimas elecciones. Pese a ello, Hugo Yasky, ex-titular del Secretariado General de la confederación, omitió recibirlo. 

A fines del 2010, en la última semana del año, momentos antes de abierta la feria judicial, la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo había rechazado una medida cautelar presentada por Yasky, la cual tuvo por objeto impedirle a Micheli quedar al frente de la CTA.

La razón se debió a que el ex-Secretario de la CTA desconoció la victoria de Micheli por entender que las elecciones del 9 de diciembre fueron fraudulentas. Es menester señalar que en tal fecha se realizaron elecciones complementarias en aquellos distritos donde Yasky impugnó la victoria de Micheli, el cual volvió a ganar.

Pese al rechazo de la cautelar, Yasky manifestó que su mandato se prorrogó en virtud de que Micheli "no tiene reconocimiento alguno por parte de la justicia". Según los propios dichos de Yasky, el juez a cargo de la causa es quien “debe dar sentencia”, atento que meramente se le denegó la cautelar, pero no se le dio reconocimiento formal de la victoria de Micheli.

Ante tal interpretación del fallo judicial dictado por el fuero laboral, y en virtud del conocimiento de que Micheli se apersonaría en las oficinas de la CTA, Yasky decidió retirarse de las mismas. Según confirmó en una rueda de prensa a primera hora de la mañana, aseguró que la decisión fue decidida a los efectos de evitar algún tipo de incidente. Asimismo, señaló que Micheli no tiene "la legitimidad y la legalidad escondidas" en su "escritorio".

Por su parte, en declaraciones a la prensa, en la sede de la calle Piedras 1065, Micheli enfatizó"Somos la nueva conducción de la CTA. No sólo ya lo dijo la gente con su voto sino que ahora lo refleja el fallo judicial". Además, sostuvo que "como secretario general asumo la responsabilidad jurídica" de la central obrera y advirtió que Yasky, al irse antes de su llegada, "hizo lo de siempre: esquivar la posibilidad de diálogo".