El pasado 27 de octubre se celebraron en Uruguay las Elecciones Nacionales, con el cometido de definir quiénes ocuparían los roles de Presidente y Vicepresidente de la República, así como la conformación del Poder Legislativo en sus dos Cámaras; la Cámara de Senadores y la Cámara de Diputados.
En aquella primera instancia no se alcanzaron los porcentajes de votación necesarios para la designación de Presidente y Vicepresidente, por lo que fue necesaria la realización de una segunda vuelta, la que tuvo lugar el 24 de noviembre. Sin embargo, sí se definió la composición del Parlamento, cuyos integrantes asumieron el pasado 15 de febrero, iniciándose así el período de funciones correspondiente a la 50° Legislatura en Uruguay.
Asumieron sus bancas treinta Senadores y noventa y nueve Diputados, a los que se suma, en el caso de la Cámara de Senadores, la figura de la Vicepresidente electa, Carolina Cosse, que desempeñará el cargo de Presidente de la Cámara, así como de la Asamblea General. En el caso de la Cámara de Diputados, la Presidencia se renueva de forma anual, existiendo una votación interna entre los miembros de la propia Cámara; en el período 2025-2026, la misma estará a cargo del Diputado Sebastián Valdomir.
La conformación de este Parlamento tiene varias particularidades. Entre ellas se encuentra la alta tasa de renovación, dado que abandonaron sus cargos, dando paso a nuevos integrantes, cerca de dos tercios de los legisladores correspondientes al anterior período. De todas formas, es necesario aguardar por los resultados de las elecciones departamentales de mayo y la total designación de cargos del Poder Ejecutivo para conocer a los miembros definitivos del Poder Legislativo. Varios de los elegidos por la ciudadanía tienen posibilidades de ser electos como Intendentes, ediles o alcaldes en sus respectivos departamentos, lo que podría modificar la conformación inicial, implicando el ingreso de sus respectivos suplentes al Parlamento. Esta realidad abriría nuevas alternativas a la consecución de eventuales acuerdos interpartidarios.
Esta será la primera vez en dos décadas en la que el oficialismo del Poder Ejecutivo no contará con mayoría propia en ambas Cámaras del Poder Legislativo. Sin dudas, esto impulsará a los legisladores a buscar acuerdos y negociar las diversas propuestas existentes para alcanzar consensos, los que serán necesarios para avanzar en la concreción de políticas en las más diversas áreas. Este fenómeno no se visualizará de forma tan evidente en el Senado, donde ejercen sus funciones dieciséis Senadores del Frente Amplio, a los que se suma la Presidente de la Cámara, alcanzando así la mayoría. Las treinta bancas totales se completan con nueve Senadores del Partido Nacional y cinco Senadores del Partido Colorado.
El hecho sí será más notorio en la Cámara de Diputados. Allí, las noventa y nueve bancas existentes se dividen del siguiente modo; cuarenta y ocho para el Frente Amplio, cuarenta y nueve para la coalición opositora (que adopta el nombre de Coalición Republicana, aunque los partidos que la conforman compitieron bajo sus respectivos lemas en las elecciones) y dos para Identidad Soberana, partido liderado por el abogado Gustavo Salle. Las bancas de la Coalición Republicana se dividen en veintinueve correspondientes al Partido Nacional, diecisiete al Partido Colorado, dos a Cabildo Abierto y una al Partido Independiente.
El rol de los dos Diputados pertenecientes a Identidad Soberana, que no se han identificado abiertamente con ninguno de los restantes bloques, será esencial para encaminar las negociaciones y generar acuerdos. Cómo se implementará esta dinámica es una incógnita, dado que esta será la primera experiencia legislativa del partido, que se presenta con una impronta rupturista y antisistema. De hecho, ya en su primera intervención en la Cámara de Diputados, Salle mencionó que “Standard & Poor’s, Fitch y Moody’s, las agencias calificadoras de riesgo que se encargan de extorsionar a los sistemas políticos a nivel internacional, y también a Uruguay, antes de las elecciones dieron que estas eran un trámite porque el modelo no se iba a tocar”. Adicionalmente, hizo especial énfasis en su postura antivacunas y apuntó contra las industrias farmacéuticas. Concluyó su intervención diciendo que el mayor desafío del Parlamento es que “Uruguay se oponga a la cleptocorporatocracia internacional”.
En lo que refiere al Poder Ejecutivo, Yamandú Orsi y Carolina Cosse ejercerán los cargos de Presidente y Vicepresidente de la República, habiendo designado, en el período transcurrido desde las elecciones, los titulares de los Ministerios. Algunas de las carteras más relevantes, como el Ministerio de Economía y Finanzas y el Ministerio del Interior, tendrán a la cabeza a nombres ya conocidos; el primero estará a cargo del Ec. Gabriel Oddone, que desarrolló gran parte de su vida profesional en la actividad privada, mientras que el segundo estará a cargo del abogado Carlos Negro, que se desempeñó como Fiscal hasta diciembre del año pasado. La conducción del Ministerio de Relaciones Exteriores, por su parte, estará a cargo del periodista Mario Lubetkin, quien se desempeñaba anteriormente como subdirector general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
A nivel de Embajadores, Daniel Castillos será el Embajador uruguayo en Estados Unidos, mientras que Aníbal Cabral lo será en China. Diego Cánepa será Embajador uruguayo en Argentina y Rodolfo Nin Novoa en Brasil. Edison Lanza será el representante uruguayo ante la Organización de Estados Americanos, Laura Dupuy hará lo propio ante la Organización de las Naciones Unidas, Alejandra de Bellis en la Organización Mundial del Comercio y MERCOSUR y la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) contarán con la presencia de Jimena Hernández por Uruguay.
También se han conocido las designaciones de responsables de entes autónomos y servicios descentralizados. Entre los más sonados se encuentran el Ec. Guillermo Tolosa, que será el Presidente del Banco Central del Uruguay –con experiencia de trabajo en el Fondo Monetario Internacional- y el Ing. Pablo Genta, que será el Presidente de la Administración Nacional de Puertos. Sin embargo, la lista de designaciones es extensa.
El ciclo electoral terminará en el mes de mayo del corriente año, con la celebración de las Elecciones Departamentales, las que se desarrollarán en todo el territorio el domingo 11. Estas comprenderán no solo la designación de los diecinueve Intendentes Departamentales, sino que también la de treinta y un ediles (para un total nacional de quinientos ochenta y nueve), ciento veintisiete alcaldes y quinientos ocho concejales, siendo el ratio de cuatro concejales cada un alcalde municipal. Este tercer nivel de gobierno fue consolidado a través de la Ley N° 19.272 de 2014, en concordancia con lo dispuesto por los Artículos 262, 287 y disposición transitoria Y) de la Constitución.
Actualmente y desde el año 2020, el Partido Nacional detenta quince Intendencias, el Frente Amplio tres Intendencias y el Partido Colorado una Intendencia. Habiendo existido un cambio de gobierno a nivel nacional, algunos departamentos muy disputados como Rocha, Paysandú o San José podrían sufrir un cambio en sus gobiernos locales. Otros como Salto, donde actualmente gobierna el Frente Amplio, volverán a ser disputados por la Coalición Republicana. Esta nuclea en Montevideo, Canelones y Salto al Partido Nacional, el Partido Colorado, Cabildo Abierto, el Partido Constitucional Ambientalista y el Partido Independiente bajo el mismo lema.
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