Haciendo lugar a un pedido presentado por las Abuelas de Plaza de Mayo, el juez federal Conrado Bergesio ordenó ampliar la investigación sobre el origen de los hijos de la dueña de Clarín, Ernestina Herrera de Noble. Mediante la decisión adoptada por dicho magistrado, se ordenó que los análisis para determinar el origen de los jóvenes, fuese extendido a otras veintidós familias que reclaman a sus nietos que habían sido secuestrados o nacidos en cautiverio durante la época en que los hijos de la viuda de Noble habían sido adoptados. A través de la presente decisión, se replantea la postura adoptada durante el año 2008, la cual había sido ratificada por la Cámara de Casación, donde se establecía que el ADN de los jóvenes sólo fuese cruzado con el de dos familias querellantes. Según argumentó el magistrado, en aquel momento las Abuelas de Plaza de Mayo no eran querellantes en la causa, basándose el expediente en el pedido realizado por dos grupos familiares. Dicho magistrado, luego del receso judicial de invierno, había ordenado a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) y a las Abuelas de Plaza de Mayo, que le enviaran toda la información relativa a la desaparición de 22 menores que podrían haber nacido durante la época en que  fueron adoptados los hijos de Ernestina Herrera de Noble.