La sentencia emitida contra nuestro país por parte del juez norteamericano Tomas Griesa, la cual fue promovida por parte de bonistas extranjeros afectados por el default del año 2001, quedaría firme a partir del día de mañana. Dicha sentencia judicial por una suma cercana a los 3200 millones de dólares, constituiría la mayor sentencia emitida contra nuestro país en la historia. Si bien los bonistas obtendrían un reconocimiento a sus reclamos, la decisión del magistrado no implica que los acreedores reciban el dinero en cuestión, ya que deberán encontrar bienes argentinos por el mundo que puedan ser embargados. A pesar de ello, resulta preocupante que el país continúe acumulando sentencias en su contra, ya que ello dificulta la posibilidad de colocar bonos en el exterior, aún cuando la situación económica internacional logre restablecerse. Por otro lado, el próximo jueces será llevada a cabo otra audiencia por parte del mismo magistrado a la que concurrirán los abogados de las administradoras y los letras de los acreedores del Estado argentino, donde se discutirá lo relativo a los activos de las AFJP que fueron bloqueados.