Por Nicolás Litvinoff
Un comentario común para con los abogados es que los mismos estudiaron leyes justamente para escapar de las matemáticas y los números. Nunca está de más asimilar conceptos y consejos referentes al manejo del dinero propio, aunque llevar esto a la práctica requiera luego de planillas de Excel y demás herramientas cuantitativas que, siempre siguiendo el “mito” del comienzo, los profesionales del derecho tratan de esquivar.
En la siguiente nota verán que la autogestión de las finanzas personales es mucho más fácil de lo que parece y que solo requiere un poco de dedicación y predisposición.
Tip 1: Utilizá planillas de Excel.
Utilizá planillas de Excel para una correcta contabilidad de tus ingresos, gastos e inversiones.
No importa tanto como armarla, cada modelo de planilla de finanzas personales es distinta en función de las necesidades del individuo que la confecciona.
Lo que debe figurar si o si es:
1) Ingresos y procedencias de los mismos.
2) Gastos: separados en fijos (los gastos que tenés que realizar si o si todos los meses) y excepcionales (aquellos gastos inesperados que no forman parte de los fijos).
3) Rentabilidad de las inversiones: Así sean plazos fijos, bonos o acciones, todo dinero que provenga de los instrumentos invertidos (por ejemplo intereses, pago de cupón, dividendos, etc…) debe estar debidamente clasificado.
El resto lo irás armando cuando vayas avanzando mes a mes.
Tip 2: Estadísticas personales.
Es muy común que los individuos gasten mucha energía en actividades laborales que le reportan ingresos magros o menores a los esperados. Para detectar esto, es de vital importancia llevar estadísticas mensuales y anuales de tus ingresos y de la procedencia de los mismos.
Una vez que compiles datos de por lo menos 6 meses, podrás utilizarlos para sacar conclusiones con respecto a cuales son las actividades comerciales que te conviene dedicarle más energía.
Además, podrás utilizar esas mismas estadísticas para calcular las variaciones mes a mes e incluso año a año, y de esta forma determinar como van aumentando tus ingresos en términos nominales y reales, descontándoles el incremento producto de la inflación.
Tip 3: Previsión de los gastos
Una norma contable muy conocida dice: “Los ingresos se contabilizan cuando se materializan, los gastos cuando se conocen”. Siguiendo esta premisa, no cuentes como ingreso lo que pensás que vas a ganar ni lo que te deben hasta que lo tengas en tu poder, pero si contá como gasto lo que pensás que podes llegar a gastar o lo que debés.
Es preferible luego tener sorpresas positivas por gastos que no se concretaron o ingresos que entraron imprevistamente que cerrar en rojo tu mes contable por el efecto contrario.
Tip 4: Determinar en que cuadrante estás y ponerte metas.
Tu flujo de ingresos puede venir de cuatro lugares distintos o de una combinación de los mismos:
1. Empleado: Trabajo en relación de dependencia.
2. Autoempleado: Trabajo por cuenta propia.
3. Dueño de un negocio: Teniendo un negocio o empresa propia.
4.Inversor: Producto de las inversiones.
Un buen ejercicio mensual es determinar que parte de tus ingresos vinieron de cada uno de estos en forma porcentual, por ejemplo: 70% en de empleado, 0% de Autoempleado, 0% de Dueño de un negocio y 30% de Inversor.
Una vez realizado esto, podes ponerte metas como incrementar la ponderación de los ingresos que provienen de la parte de inversor o de autoempleado.
Si lo haces con disciplina durante un tiempo, verás como tus esfuerzos se direccionan de manera natural y sin que te des cuenta hacia la concreción de tus objetivos.
Tip 5: Controlar los gastos pero sin exagerar.
Lo importante no es cuanto ganás, sino que cantidad de ese dinero que entra queda en tu poder. Es importante controlar las emociones consumistas cuando se trate de gastos importantes que te alejen de las metas propuestas.
Se recomienda entonces construir primero una columna de ingresos provenientes de inversiones realizadas antes de comprometerse con gastos onerosos.
No obstante ello, es conveniente aclarar que tampoco es cuestión de no disfrutar el presente por no gastar dinero. Siempre es bueno hacer circular el mismo, y una opción es calcular tus gastos mensuales por diferencia entre lo que entró y lo que quedó a fin de mes, para no volverse loco anotando cada gasto mínimo realizado, tarea que puede ser desgastante y contraproducente.
Tip 6: No dejarse tentar por la facilidad para tomar deudas.
El juego de la economía capitalista es muy simple: se trata de quién le debe a quién, y la política económica en la Argentina, en estos momentos, está más que clara: mantener la economía recalentada cueste lo que cueste. Para ello, se necesita que la gente gaste, consuma, compre, pida prestado (aunque no necesariamente en ese orden).
Pero mientras el gobierno nos incita a gastar, se dan a conocer cifras acerca del nivel de reservas del Banco Central: 50.604 millones de dólares, record histórico. Es decir, mientras todos gastamos el gobierno ahorra (1)
Lamentablemente, el efecto mandada hace que la gente entre en este juego de comprar aún sin necesidad para acceder a cuotas y descuentos o para que la inflación no se “coma” los ahorros.
La recomendación en este caso es no endeudarse, sino más bien buscar colocar el excedente entre ingresos y gastos en vehículos que generen una renta mensual, como fondos de fideicomisos, bonos u otro tipo de inversiones.
Tip 7: Dale importancia a la relación que tienen tus padres con respecto al dinero.
Estudiá con profundidad la relación que tus padres tienen o tenían con respecto al dinero. Para ello una potencial guía de auto preguntas sería: ¿Son gastadores? ¿Son extremadamente ahorrativos? ¿No le dan importancia a la plata? ¿La manera de ahorrar que tienen es endeudándose?. ¿Invierten en lo tradicional o son más arriesgados? Luego pensá en tus problemas en el campo de las finanzas personales y te sorprenderás con las similitudes que encontrarás.
Pensá por último en cuales son las cosas que hacés por mandato y que podrías cambiar dedicándole más tiempo y esfuerzo al tema. Los cambios pueden ser extraordinarios.
Tip 8: Importancia del enfoque en cuanto al dinero y mentalidad positiva.
No pienses en el dinero como algo físico, tangible, contable. La mayoría de las personas que lograron la independencia financiera coinciden plenamente en una cosa: el dinero es una idea. Una idea aceptable puede generar un buen ingreso, una idea extraordinaria te puede hacer millonario. Dedica tu tiempo y esfuerzo a mejorar la calidad de tus ideas.
Desafía tu “zona de confort” en cuanto a tus ingresos mensuales. Si vivís en un país en el cuál tu moneda vale menos que el dólar, pensá en tu sueldo en dólares (para que parezca menos y te estimule a ganar más). Repetite una y otra vez que mereces ganar más. Diversifica tu fuente de ingresos. Concentra tus pensamientos en ideas que cubran necesidades ajenas.
Links:
(1)http://www.ieco.clarin.com/economia/Record-historico-reservas-dolares-millones_0_149700010.html
Economista www.nicolaslitvinoff.net y autor del libro "Es tu Dinero!, Finanzas Personales sin Asesores" (http://bit.ly/cDVkV3).
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