Cristina le Pidió la Renuncia a Redrado y Provocó una Nueva Crisis Política
En el momento en que más se esforzaba el Gobierno en conquistar a la comunidad financiera, de la que tanto necesitará en los próximos meses, un terremoto político amenaza con derruir los débiles cimientos erigidos en los mercados. Ayer desde temprano, el Ejecutivo dio por renunciado al presidente del Banco Central (BCRA), Martín Redrado, y nombró en ese puesto al economista Mario Blejer. Pero Redrado no renunció y consiguió el apoyo de todo el arco opositor, a la vez que Blejer desmintió su regreso al mando de la entidad monetaria, que ya presidió en 2002, en las actuales condiciones conflictivas. Así, el diferendo entre el Ejecutivo y Redrado, que se originó cuando el Gobierno anunció la creación del Fondo del Bicentenario con u$s 6.569 millones de reservas del BCRA para pagar los vencimientos de deuda de 2010, continuó de la forma menos diplomática posible. El Ejecutivo acusa al titular del Central de trabar el traspaso del dinero a las cuentas del Tesoro, aunque en el organismo monetario lo niegan: “Nadie nos pidió hacer una transferencia”, argumentó anoche un hombre de trato cotidiano con Redrado. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, fue quien encabezó la embestida contra Redrado. Citó al presidente del BCRA a las 8.50. La reunión duró 12 minutos. “Cuando llegó se lo planteé, esto así no daba para más, basta ver los diarios de hoy (por ayer). Vos tenés una posición absolutamente adversa a la que tiene el Gobierno, vos estás en contra de estas políticas”, relató inmediatamente después. Y le pidió la renuncia, en nombre de la presidenta Cristina Fernández. Luego, cuando el Gobierno comprendió que no puede solicitarle al titular de la entidad autónoma que dimita, el jefe de Gabinete dijo que la Presidenta aceptaba la renuncia que Redrado puso a disposición en reiteradas ocasiones, verbalmente. Eso repitió el ministro de Economía, Amado Boudou, que dijo que, para el Ejecutivo, Redrado ya está fuera de funciones y que pone “palos en la rueda”. Fernández fue más allá y, bien temprano, anunció que Mario Blejer, quien fue presidente del BCRA en 2002, volvería a ese puesto. Había sido contactado por Boudou. Blejer, más tarde, desmintió al Gobierno (ver pag. 3). La figura del ex director del Banco de Inglaterra resultaba clave: hombre de consulta de la Presidenta, Blejer hubiera sostenido la relación con el mercado y aplacado los ánimos. Si bien desde el Ejecutivo afirman que insistirán con la postulación de Blejer, los otros nombres que circulan para reemplazar a Redrado son del riñón kirchnerista y ajenos a las simpatías del mundo financiero, en momentos en que el país intenta renegociar su deuda en default y volver realizar emisiones voluntarias. Resiste en su cargo Pero Redrado no se dio por aludido. El presidente del Central, una entidad autónoma, sólo puede renunciar o ser removido por el Presidente luego de que se constituya una comisión en el Congreso con opinión no vinculante, según la carta orgánica del organismo. Y el banquero egresado de Harvard se resiste a ser despedido como si fuera un ministro, argumentan en su entorno. Eso enfureció aún más al Gobierno, que a través del jefe de Gabinete amenazó con recurrir a la Justicia para sacarlo, por no acatar el decreto que creó el Fondo del Bicentenario. Redrado intentó ayer hacer frente a su actividad rutinaria al mando del Central. Pero una reunión con los senadores radicales Ernesto Sanz y Gerardo Morales, agendada el día anterior y que duró 45 minutos, agregó presión a la contienda. Los opositores se convirtieron en el sostén del titular del Central. Radicales, macristas, peronistas disidentes y el diputado de la Coalición Cívica y ex presidente del Central Alfonso Prat Gay lo apoyaron públicamente. Cerca de Redrado insisten en que el jefe del Central, que tiene mandato hasta septiembre, permanecerá en su puesto hasta que los miembros del Congreso se pronuncien sobre su continuidad. El titular del BCRA nunca se manifestó públicamente en contra del Fondo del Bicentario, pero en privado hizo prevalecer sus reparos. “Creo que el riesgo legal y de embargo es muy alto”, dijo un funcionario de la entidad. Mientras, el Ministerio de Economía intenta avanzar con el canje y el pago al Club de París, para lo que necesita un buen clima financiero. Para Boudou, la contienda con Redrado no empañará estas operaciones. Las críticas en el seno del kirchnerismo ya lo alcanzaron. La semana que viene viajará a Washington con esta crisis política muy fresca. Fuente: Cronista.com

 

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