A partir de una investigación por una supuesta reducción a la servidumbre en talleres clandestinos, el juez federal Sebastián Casanello decidió allanar las oficinas comerciales de la empresa de indumentaria.

La determinación de los procedimientos se ordenó luego del hallazgo de etiquetas de la marca Zara y otra firma, Ayres, en talleres que habían sido allanados en el marco de otra causa.

La Fundación Alameda solicitó ser tomada como querellante en la causa, algo que fue aceptado por la justicia. Además de los allanamientos en los talleres se incluyeron oficinas comerciales de las empresas.

El juez Casanello decidió allanar 12 inmuebles de Zara, Ayres, Kanaan y Karina Kanaan. Más tarde, ordenó cuatro procedimientos en los cuales se secuestraron algunas computadoras.

En los talleres clandestinos se encontraron menores de edad, situaciones migratorias irregulares y condiciones precarias de vida. Cabe recordar que la investigación preliminar fue realizada por la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas (Ufase), a cargo de Marcelo Colombo.