Desde tiempos inmemoriales fabricamos tecnología para vivir mejor. En esta ocasión abordaremos la magia de las empresas tecnológicas del sector financiero (“Fintech”), en especial, la de los servicios integrados en finanzas. Las finanzas integradas, hacen referencia a los servicios financieros ofrecidos por compañías no financieras, simples de usar para el consumidor, pero con un desarrollo técnico tan avanzado en su software, que tal complejidad, provoca que su comprensión escape a una mayoría de la sociedad.
Para adentrarnos en que son las finanzas integradas, me gustaría utilizar un ejemplo contemporáneo de lo que estas representan. Específicamente, hablemos de “PedidosYa”, una compañía que se ha expandido por toda la región de Latinoamérica y que se dedica a recibir pedidos de comida y encomiendas online y llevarlos a domicilio. Esta plataforma digital de delivery, por medio de una alianza que anunció en 2021 con la multinacional de servicios financieros, Visa Inc., comenzó a ofrecer tarjetas de crédito y prepagadas a sus clientes como medios de pago, facilitando el acceso a productos financieros a través de su aplicación móvil. Ambas compañías integraron sus productos, así como funcionalidades y beneficios para los clientes de PedidosYa y para los tarjetahabientes de Visa en toda la región.
Un dato relevante es que los servicios financieros integrados tienen una proyección de ganancias de 7,2 trillones de dólares para el año 2030, según un informe realizado en coautoría por Mambu, plataforma cloud de servicios financieros SaaS, y Amazon Web Services. En efecto, si bien es cierto que mayoría de las compañías en tecnología tienen como prospecto a todas las industrias en paralelo, servicios financieros es, sin lugar a dudas, una de las industrias que más se proyecta en crecimiento a nivel global.
A raíz del nacimiento de estos nuevos servicios, algunos expertos afirman que los bancos perdieron su posición de liderazgo en el mercado, sin embargo, esto jamás ocurrió, y la banca sigue siendo el protagonista más confiable del mercado bancario al momento de administrar el dinero de la población. A la fecha, ninguna empresa tecnológica puede desarrollar sus servicios financieros sin tener un banco como socio. Esto implica que, por ejemplo, los bancos empiezan a tomar el control del dinero que circula alrededor de las billeteras digitales que ofrecen las grandes compañías, entonces es importante redefinir el liderazgo de los bancos ante esta situación emergente.
Con relación a el rol de los bancos en un mundo financiero cada vez más digital, el año 2022, hice un análisis titulado el “Panorama de las Fintech: Oportunidades y Desafíos” para la Revista Iberoamericana de Derecho Informático, en el que concluí que, los bancos no deberían sentirse amenazados por las Fintech, ya que son la piedra angular sobre la que se sostienen nuestras economías y las vías por las que operan la mayoría de las empresas de Fintech. Por lo tanto, las instituciones financieras tradicionales, no van a desaparecer en un futuro cercano, ni tan siquiera lejano. No obstante, ello no quita que los startups tecnológicos han sabido contemplar el panorama de los servicios financieros, usando la lógica de internet, viendo en el mal servicio al cliente un espacio para introducir enormes mejoras.
Las Fintech tienen menos regulación y esto genera menor confianza en los clientes. Al carecer de infraestructura y de mayores recursos como los que tienen los bancos, no pueden desplazar a los bancos en el mercado financiero.
Al margen de cualquier competencia que pueda existir entre ambos actores, bancos y Fintech deberán asociarse para llevar más y mejores servicios al usuario final en vez de entrar en un rol de competitividad. Según la gurú argentina de negocios Fintech, Tamara Bernath, en una entrevista para el famoso Podcast “Fintech on the Rocks”, en la actualidad, 7 de cada 10 negocios no tienen medio de pago digital, por tanto, existe mucho camino por recorrer y conquistar.
Ahora bien, ¿Será posible revolucionar el mercado financiero latinoamericano?
Para hacerlo, creo que deberíamos en un principio apuntar a la normativa. En América Latina cada país tiene su propio ordenamiento jurídico de pagos, lo que constituye un frenador del progreso, sus propios reguladores e incluso algunos países carecen de interoperabilidad de datos (mejor conocido por su nombre en inglés como “open banking”), se trata de un proceso consistente en acceder a la información financiera de los clientes o usuarios titulares de tal información para lograr una mayor eficiencia, seguridad y mejorar el cumplimiento regulatorio, permitiendo la integración de sistemas, la realización de transferencias electrónicas, el análisis de datos y la facilitación del cumplimiento regulatorio.
Bolivia viene a ser un ejemplo de país que carece de normativa para Fintech’s e interoperabilidad de datos, en contraste con Brasil, el país latinoamericano donde más Fintech´s prosperaron y continúan en actividad en la actualidad o Argentina, que viene regulando de forma periódica lineamientos dirigidos al sector, generando una robusta normativa financiera. Considero que, ante estos vacíos legales, se podría tomar como ejemplo, los usos y reglas de la Unión Europea y Estados Unidos en cuanto a tecnologías y finanzas en lo que fuese pertinente para nuestra región.
Como abogada y asesora de empresas, es importante mencionar que la regulación no debe ser vista como una limitación. Lo importante es generar experiencias que de alguna manera moldeen la normativa al lugar y que logre ser más favorable para los emprendimientos tecnológicos financieros.
Cuando dirigimos la mirada a Latinoamérica sería un desliz no detenernos a analizar el impacto que pueden tener las Fintech sobre una economía cuyo núcleo es el sector informal. El mercado informal comprende toda aquella economía que se mueve sin cumplir con las regulaciones, impuestos y leyes laborales. Aunque se habla mucho de intensificar esfuerzos para lograr un acercamiento entre el sector financiero formal y las personas que no tienen acceso a los instrumentos financieros, particularmente de la banca, la verdad de la historia es que existen problemas de trasfondo, más allá de culpabilizar al sistema bancario por sus deficiencias, son otros los fenómenos que también ralentizan la integración de la economía informal con los servicios financieros. Se trata de complicaciones sociales, económicas y muchas veces políticas, relacionadas a brecha de género, bajos ingresos, nivel educativo y de participación laboral según indican las autoras Mejía y Saavedra (2021) en un artículo para el Banco de Desarrollo de América Latina[1].
En efecto, para que los servicios financieros integrados capten a los sectores de la población con bajos recursos financieros, es necesario el desarrollo y diseño de productos y servicios financieros que se ajusten a los segmentos de la población que se encuentran excluidos, generando además programas de educación financiera, que se ajusten a sus necesidades generando mejoras importantes en su bienestar financiero.
En resumen, las Fintech pueden ayudar a resolver algunos de los problemas en el mercado financiero latinoamericano, como la falta de acceso a servicios financieros, la alta tasa de informalidad y la baja inclusión financiera. Algunas de las formas en que las Fintech vienen realizando esta tarea, incluyen:
- Implementando servicios más accesibles: Es evidente que el uso de tecnologías como la banca móvil y las plataformas digitales aumentó exponencialmente durante la pandemia. Mejìa y Saavedra (2021) indican que el uso de estas tecnologías incremento de 5% en 2014 a 20% en 2021, nótese un aumento de 15 puntos porcentuales.
- Usando herramientas de tecnología de punta: Las Fintech utilizan tecnologías para hacer análisis y procesamiento de datos, a fin de evaluar el riesgo de los prestatarios y ampliar el foco de personas que pueden obtener créditos de los bancos tradicionales.
- Mejorando la eficiencia de las operaciones financieras: Se quitó de la ecuación a los intermediarios financieros, facilitando los procesos de las transacciones financieras, mejorando la eficiencia de los mismos.
- Innovando con servicios: Las Fintech vienen creando nuevos modelos de negocios, ofreciendo servicios financieros que no están disponibles en los bancos tradicionales.
Para concluir, las finanzas integradas no se encuentran en un punto de inflexión con la banca tradicional, sino más bien en un punto de encuentro, pues estos servicios significan nuevas fuentes de ingresos e incluso una oportunidad para repensar las características del modelo de negocios tradicional que caracteriza a la banca, adaptándose a las necesidades de un mundo capitalista, ágil y moderno.
La intersección entre banca y Fintech, es viable a medida que integrados, las Fintech pueden ampliar su oferta de servicios y contar con una infraestructura de apoyo como es la de un banco, mejorando la experiencia del cliente. Por otra parte, la banca tradicional puede revolucionar sus servicios de la mano de la magia de la tecnología ofreciendo al cliente, una experiencia mucho más eficiente, actualizada y completa.
Citas
(*) La autora es Abogada activista por los derechos digitales, es egresada de la Universidad Católica Boliviana. Se ha especializado en Derecho Empresarial Internacional en la Università Degli Studi di Padova, en Italia. Es Docente de Postgrado en Regulación de las Fintech en la Universidad Católica Boliviana. Actualmente se desempeña como Abogada de Empresa en la Sociedad Boliviana de Cementos S.A, parte del Grupo Gloria Internacional, previo a ello trabajó como Asociada Senior en Ferrere Abogados. Es miembro de la Asociación Boliviana de Derecho Informático.
[1] Ver: https://www.caf.com/es/conocimiento/visiones/2022/12/inclusion-financiera-en-america-latina-que-tanto-hemos-avanzado/#:~:text=Entre%202014%20y%202021%20la,aumento%20de%2015%20puntos%20porcentuales.
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