Una denuncia judicial, realizada por Roque Dirito, por el hurto de más de sesenta obras de arte, entre las cuales se encontraban frescos de Quinquela Martín, Berni, Marta Minujin y Soldi, inició la causa que tiene como implicadas a tres reconocidas galerías de Capital Federal.
Por su parte, la Unidad de Información Financiera (UIF) se presentó ante el juzgado de instrucción número 12, a cargo de Ricardo Warley, y solicitó ser querellante en la causa mencionada.
El organismo le requirió al magistrado que cite a las personas imputadas a prestar declaración indagatoria y, además, que dicte el embargo preventivo, inhibición general de bienes, decomiso y congelamiento de las cuentas de los acusados hasta el momento en que se dicte el fallo final.
Con respecto a la denuncia, Dirito había reportado que la Galería Arroyo, ubicada en la Ciudad de Buenos Aires, estaba ofreciendo a la venta dos de las obras robadas. Cuando el establecimiento fue allanado, se encontró una de ellas.
La otra obra en cuestión fue hallada en la Galería Buenos Aires y se pudo establecer que Martínez de Aguirre, empleado del primer establecimiento mencionado, la había adquirido. Cabe destacar que, según el acusado, el producto fue vendido por Roberto Sorondo.
Continuando con la investigación, se pudo develar que Osvaldo Ryszelewski había sido el encargado de cederles las obras a Sorondo y a Ignacio Gutiérrez Saldívar, dueño de la Galería Zurbarán.
En tal sentido, Ryszelewski fue imputado por la entrega de obras de arte con conocimiento de origen ilegítimo para su posterior venta. Además, Sorondo, Martínez de Aguirre y Tino recibieron igual castigo por haber tomado obras y ofrecerlas a la venta.
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