La norma, más moderada que la impulsada por el diputado de Nuevo Encuentro Carlos Heller, sería presentada por el oficialismo en el Senado para que se de apertura al debate.

Así, la ley de entidades financieras tiene como objetivo que el sistema financiero sirva y proteja al usuario, que se fomente el desarrollo de la economía a través del crédito y que los bancos mantengan una orientación en cuanto a algunos lineamientos.

Si bien la iniciativa de Heller era similar a la del Gobierno, muchos banqueros y políticos de la oposición se resistían a la misma por la definición de “Servicio público” contemplada en el texto.

De esta manera, el nuevo argumento esgrimido sería modificado a “Servicio de interés público”, lo que no provocaría la antipatía de los sectores involucrados. Cabe destacar que la actual ley ve al sistema financiero como una actividad más.

Por otra parte, la propuesta de Heller tentaba regulaciones especiales para el trato de los bancos extranjeros aunque Argentina mantiene aprobados ciertos tratados internacionales que prohíben dicho accionar. Esta era una de las preocupaciones del Gobierno ya que se podrían suscitar procesos judiciales contra el país.

Otra de las diferencias que la iniciativa del oficialismo propone es que no se establezca un tope a las tasas como lo fijaba la ley del diputado de Nuevo Encuentro sino que el Banco Central poseerá esa potestad.

También, la nueva propuesta tiene como objetivo separar la banca de inversión de la comercial e incluir a todas las empresas financieras que no están reguladas en la actualidad.