La empresa estadounidense Chevron y la firma de perforación Transocean afrontan una nueva demanda millonaria en Brasil por la fuga detectada en el campo petrolero Frade frente a las costas de Río de Janeiro el pasado 4 de marzo.
 
Así, Eduardo Santos de Oliveira, fiscal federal del país sudamericano, presentó una demanda por 20.000 millones de reales (u$s10.900 millones) luego de que la pérdida fuera informado a través de un comunicado enviado por correo electrónico.
 
Por otra parte, en noviembre del año pasado, el mismo fiscal había llevado a cabo una demanda por 20.000 millones de reales a causa de otro derrame -estimado en unos 3.000 barriles- provocado en la misma zona.
 
La medida, además, tiene como objetivo evitar que Chevron y Transocean operen en Brasil, que transfieran sus ganancias en el país al extranjero, que saquen su equipamiento de la región y que obtengan financiamiento del Gobierno.
 
De esta manera, los fiscales tienen planeado investigar al regulador petrolero de Brasil, la ANP y a la agencia de protección ambiental Ibama por el manejo realizado ante el derrame de noviembre y la filtración en el mes de marzo.
 
Por su parte, Chevron y sus socios en el campo Frade, Petrobras y un grupo japonés liderado por Inpex y Sojitz, solicitaron permiso para suspender de forma temporal sus operaciones en el campo luego del inconveniente sucedido el pasado mes.
 
Además, la petrolera sostuvo que las pruebas demuestran que la filtración de marzo no es de ninguna reserva que haya producido el campo. También, se describió como excesiva la demanda civil y los casos criminales presentados previamente contra ellos.