Se aprobó la Guía de Transversalización de la Sostenibilidad Ambiental en las Políticas Productivas, elaborada por la Dirección de Industria Sostenible de la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo como herramienta para que los diseñadores de políticas públicas y tomadores de decisión puedan incluir criterios de sostenibilidad ambiental en sus propuestas. La norma establece que resulta necesario orientar la incorporación de una perspectiva ambiental en la implementación de las políticas de desarrollo productivo que permita adaptar diferentes instrumentos de política existentes y generar otros nuevos.

El objetivo principal de la Guía es establecer lineamientos y definiciones necesarias para que las políticas productivas incorporen criterios de sostenibilidad ambiental en la priorización, evaluación y elegibilidad de los proyectos y actividades a financiar. Las principales metas que persigue la Guía son:

– fomentar la importancia de la sostenibilidad ambiental en el diseño de políticas productivas,
– aportar al desarrollo de las competencias necesarias en materia ambiental de los equipos de trabajo encargados del diseño y ejecución de políticas productivas,
– orientar el financiamiento productivo hacia proyectos de triple impacto,
– establecer criterios de sostenibilidad ambiental para los diferentes instrumentos a través de los cuales se canalizan las políticas productivas, proponer indicadores de sostenibilidad ambiental para la futura evaluación y toma de decisiones sobre las políticas productivas que apliquen la Guía, y
– fortalecer los paradigmas de la economía circular, la eficiencia de materiales, la eficiencia energética, la transición energética, la transición productiva y la transición justa.

En ella se plantea que existen tres grandes universos o estrategias para aplicar la perspectiva ambiental al sector productivo:

– la adecuación ambiental, con el objetivo de realizar inversiones necesarias para minimizar los impactos ambientales de la producción,
– la transición productiva con eje en la sostenibilidad que busca adaptar y transformar los procesos productivos existentes y a los nuevos paradigmas, y
– el impulso de nuevos paradigmas que implica el desarrollo de las nuevas cadenas de valor, y de nuevos productos y/o servicios, basadas en los paradigmas de la economía verde, la economía circular y el desarrollo sostenible.

Asimismo, establece la importancia de que la sostenibilidad ambiental sea medible, cuantificable y proporcione información sobre los avances en materia ambiental.

Dentro de los beneficiarios, la guía incluye distintos criterios de priorización teniendo en cuenta las características de los proyectos, empresas y/o de las organizaciones pasibles de ser beneficiarias, que tienen que ver con la categoría y el tamaño, la localización, la particularidad de los proyectos asociativos e industrias específicas, entre otros. En particular, la Guía identifica las principales industrias y cadenas de valor que podrían ser priorizadas para lograr una transición productiva con eje en la sostenibilidad ambiental (por ejemplo: industria del hidrógeno en bajas emisiones, industria del litio, energías renovables, industria del reciclado, servicios de gestión de residuos, industria de los biomateriales y los bioinsumos, entre otras).

Por Manuel Frávega