Finalmente la Organización Mundial de Comercio (OMC) rechazó la petición del Gobierno Nacional para anular un dictamen a favor de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón por las trabas aduaneras que aplica el Ejecutivo hace más de 7 años.

Si se consideran los países del bloque europeo, son 29 las naciones que podrían aplicar sanciones contra el país, entre los que figuran India, Israel, China, Corea, Arabia Saudita, Canadá, Australia y Suiza, entre otros.

El fallo consideró que las actuales Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI) constituyen una restricción al ingreso de bienes del exterior y son una práctica incompatible con el comercio internacional.

Esta determinación de la OMC ratifica un fallo de primera instancia que un tribunal especial había emitido en septiembre por una denuncia realizada en 2012. Ahora el Gobierno deberá tomar una determinación o dilatar la adaptación a las normas internacionales.

Uno de los riesgos de que la transformación en la política de importaciones no satisfaga a los países litigantes es la posible represalia que podría sufrir la Argentina en cuanto a los aranceles pagados por sus exportaciones.

 Por ejemplo, si un país pudiera demostrar ante la OMC que las barreras impuestas por el país le provocaron un daño a sus exportaciones tendría la potestad de implementar aranceles a los productos argentinos por un valor superior.