La firma Arcadia Group Brands Ltd, propietaria de la cadena de tiendas TopShop, que comercializa indumentaria, había puesto en venta remeras con la imagen de la cantante sin su permiso.
Las prendas se vendieron inicialmente como parte de la línea denominada Rihanna Tank. Luego de que llegara la primera intimación, la tienda siguió comercializando las remeras como las Headscarf Girl Tank y las Icon Tank.
En una primera instancia, los abogados de Rihanna buscaron una compensación por daños. Luego llevaron el caso al Tribunal Superior de Londres, según informó BBC Mundo.
"No existe un derecho general de una persona famosa a controlar la reproducción de su imagen", sostuvo el juez en su sentencia.
A pesar de esto, aclaró que "la mera venta por un comerciante de una remera con una imagen de una persona famosa no es un acto de usurpación. Sin embargo, me parece que la venta de TopShop de este producto fue un acto de usurpación".
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