El 28 de junio de 2023, los escritores Mona Awad y Paul Tremblay presentaron una demanda en el Tribunal Federal de San Francisco (Case 3:23-cv-03223) alegando la infracción de derechos de autor por parte de ChatGPT. Argumentaron que la IA crea “resúmenes muy precisos” de sus obras, y apuntan a que dicho uso sea uso no autorizado de su propiedad intelectual.
Según los demandantes, OpenAI habría utilizado los libros “Bunny y 13 Ways of Looking at a Fat Girl” y “The Cabin at the End of the World” para entrenar a ChatGPT. De acuerdo con el documento legal, OpenAI se estaría beneficiando “injustamente” de resultados obtenidos a partir de sus obras literarias.
La demanda busca cuestionar la legalidad del programa de OpenAI, fundamentando que el mismo utilizó los libros de Paul Tremblay y Mona Awad como parte de su conjunto de datos de entrenamiento. En la demanda se acompañan resúmenes de muestra como pruebas.
La denuncia se centra en una forma de lucro indirecto, en lugar de considerarlo directamente plagio. A pesar de la dificultad para rastrear el origen de los datos en el vasto entorno de internet, en ciertos círculos literarios, la acción legal se considera un avance para fortalecer la protección de los derechos de autor.
Aunque OpenAI no ha revelado de forma abierta y transparente qué clase de datos y textos ha usado para entrenar a ChatGPT, mencionó que provienen de internet, incluyendo fuentes como Wikipedia. La demandada hace referencia en particular al Proyecto Gutenberg, una base de datos abierta al público con más de 60.000 títulos, cuyos derechos de autor ya han caducado.
La demanda de los autores -Tremblay y Awad- representa el inicio de una demanda colectiva que podría afectar a todas las personas o entidades en Estados Unidos que posean derechos de autor de obras utilizadas como datos de entrenamiento para los modelos de lenguaje de OpenAI. Si bien no se acusa explícitamente de plagio, la demanda plantea un enfoque e interesantes interrogantes acerca de los beneficios adquiridos por este tipo de tecnologías a expensas de los derechos de autor.
Expertos en la materia anticipan que habrá mas demandas a medida que la IA se vuelva más hábil en el uso de información de la web para generar nuevos contenidos. Esto genera constantes cuestionamientos sobre las fuentes utilizadas por los contenidos generados por la IA y grandes interrogantes: ¿esta utilización constituye plagio? ¿se puede considerar que existe lucro indirecto? Las demandas de Tremblay y Awad podrían arrojar algo de luz sobre estos temas que por el momento navegan en lagunas legales.
Bibliografía:
https://www.lavanguardia.com/tecnologia/20230819/9169702/ia-deja-aire-derechos-autor-fotografia.html
https://www.theguardian.com/books/2023/jul/05/authors-file-a-lawsuit-against-openai-for-unlawfully-ingesting-their-books
Por Mariel Chichisola y Florencia Gutierrez
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