Luego de haber dejado sin efecto las retenciones sobre las cuentas bancarias que había comenzado a aplicar el ex recaudador de impuestos Santiago Montoya, la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA), comenzó a enviar cartas a los domicilios de los directores de las empresas. En dichos comunicados, los cuales fueron enviados con el objetivo de corroborar las bases de datos que los describen como directores de la compañía, ARBA les recordó que en caso de incumplimiento de los gravámenes, recargos o intereses a cargo de la compañía en la que se desempeñen, deberán responder ellos. Según los especialistas tributarios, durante el último mes y medio, ARBA intensificó la presión ejercida sobre los directores de las empresas, haciendo referencia al principio legal que indica que quienes dirigen una empresa serán responsables en forma solidaria e ilimitada con su patrimonio personal, por los actos desarrollados por las compañías. El método de hacer llegar tales cartas a los domicilios particulares de los directores, si bien es ampliamente cuestionado por la actitud intimidatoria, no violaría el ordenamiento vigente, debido a que el Código Fiscal de la provincia, establece la solidaridad de los directores de las empresas, en caso de incumplimiento de las obligaciones tributarias por parte de las mismas.