En diciembre del año pasado se registraron los primeros casos de alergia por el producto. Los padres denunciaron las reacciones adversas en sus bebés y la empresa decidió ofrecer el cambio del producto.
Más tarde, los casos se multiplicaron y Dermaglós decidió retirar las cremas del mercado. Además, emitió un comunicado en su página Web y en Facebook informando que los estudios realizados al producto no generaron reacciones adversas.
Desde la Asociación Usuarios y Consumidores Unidos (UCU) recomiendan conservar el protector y guardar las pruebas de los efectos nocivos (certificados médicos, recetas y tickets de medicamentos, entre otros).
Existe la posibilidad de que los afectados inicien una demanda colectiva para establecer cuál fue la responsabilidad de la empresa, pero la diversidad de casos obstaculizaría la ejecución de una demanda colectiva por daños y perjuicios.
“Por un lado, está el que compró el producto y no sufrió daños, al que le ofrecen cambiarlo, eso me parece bien. Ahora, las personas que han sufrido daños, les aconsejamos que no devuelvan el producto porque es una prueba básica en un eventual reclamo por daños y perjuicios”, manifestó Adrián Bengolea, abogado y presidente de la UCU.
La Asociación envío una carta documento a la compañía en la que solicitaba información sobre los componentes del producto que puedan haber originado las reacciones.
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