Los empleados de la empresa que comercializaba la marca de camperas Lacar solicitaron la recusación del juez que entiende la quiebra de la empresa porque plantean que no aplicó la última reforma de la Ley de Quiebras ateniente a la recuperación de la fábrica fallida que los empleaba.

Sucede que la quiebra de la empresa Nostarco fue declarada el 4 de octubre por el juez en lo comercial Federico Gerri, en virtud de lo cual los trabajadores solicitaron que se hiciera efectiva la aplicación de la última modificación de la ley de quiebras según la cual el juez debe dar prioridad a los trabajadores en la adquisición de la empresa fallida mediante los créditos laborales derivados de la indemnización establecida por la Ley de Contrato de Trabajo.

A pesar de que el magistrado interviniente debió ordenar la liquidación de los créditos a los trabajadores de Nostarco respetando sus privilegios especiales y generales, en los hechos, se resolvió el sorteo de un martillero y la orden de la subasta de todos los bienes de la empresa, sin base de partida, la cual se realizaría en el plazo de los 10 días siguientes.

A los fines de presentar sus pretensiones a una sola voz, los trabajadores despedidos de la empresa conformaron la ‘Cooperativa de Trabajo Lacar’, que fue inscripta en Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES).

La empresa, que empleaba a 250 trabajadores, comenzó su disolución el 19 de septiembre, fecha desde la cual se mantuvieron numerosas audiencias en el Ministerio de Trabajo, que no habrían contado con la asistencia del último dueño, José Tarica.

Según sus declaraciones, "los trabajadores de las fábricas recuperadas no luchamos tantos años para sacar una ley de quiebras a favor de los obreros que ahora algunos jueces no quieren aplicar".