La abdicación del rey: un arduo cambio jurídico y constitucional en España

La proclamación de Felipe de Borbón durará entre tres y seis semanas. Para que se cumpla, requiere la aprobación de una ley orgánica por parte de ambas cámaras del Parlamento, con altas probabilidades de que se tramite por vía rápida.

 

La abdicación del rey Juan Carlos ocurre por primera vez en la historia y, por tal motivo, no está contemplada en la legislación española. "Las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a la corona se resolverán por una ley orgánica", sostiene el artículo 57.5 de la Constitución de 1978.

 

Ahora la Cámara baja del Parlamento deberá aceptar el proyecto de ley y posteriormente abrir un plazo para la posible presentación de enmiendas por los diferentes grupos parlamentarios.

 

Luego, la iniciativa deberá pasar a la Cámara alta. Si no se producen enmiendas en el Senado, la ley quedaría aprobada con una mayoría simple, aunque, de lo contrario debería regresar al Congreso para una nueva votación.

 

Cabe señalar que la abdicación se hará efectiva el día en que sea publicada la ley en el Boletín Oficial del Estado. Posteriormente se podrá proclamar inmediatamente al nuevo monarca.

 

Otro aspecto esencial es la situación jurídica que tomará el rey que abdica, ante la ausencia de un texto que lo especifique. El monarca podría quedar fuera del blindaje que tiene ante una imputación.

 

Por último, España también deberá modificar la Constitución, debido a que todavía prima el varón por sobre la mujer en la línea de sucesión al trono. Con este cambio se garantizaría que la hija mayor de Felipe, la infanta Leonor, sea heredera.

 

 

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