El cuerpo sin vida del ciudadano boliviano Cirili Díaz estuvo 22 días en el hospital Santojanni mientras su familia lo buscaba por la Ciudad de Buenos Aires. Cabe señalar que la mujer y los hijos del fallecido se dirigieron al nosocomio en cinco oportunidades, pero siempre obtuvieron respuestas negativas sobre su paradero.

Ahora la Sala H de la Cámara Civil confirmó la condena por “daños y perjuicios” a favor de Petrona Farfán Tolaba y sus dos hijos menores de edad por la suma de 80 mil pesos.

El hecho ocurrió el 26 de agosto de 2007. Una ambulancia del SAME se dirigía al hospital cuando “una multitud detiene la ambulancia y es allí cuando Vargas pudo observar a una persona de sexo masculino, aproximadamente entre 20 y 25 años de edad, morocho, de baja estatura, vestido con pantalón de jean, medias, remera y campera oscura, sin zapatos, aparentemente de nacionalidad boliviana, estaba tendido sobre el asfalto en el medio de la Avenida Rivadavia con su cara ensangrentada y una gran mancha de sangre sobre el pavimento”.

La médica lo cargó a la ambulancia pero no pudo salvarle la vida. El cadáver fue remitido a la morgue del hospital, donde no había suficientes cámaras frigoríficas para su conservación. El personal a cargo confundieron al fallecido con otro herido en un accidente de tránsito, el cual había sido dado de alta.