Así lo determinó la Corte Suprema de Justicia al dejar firme un fallo que le ordenaba al empresario a abonar unos 600 mil pesos del Impuesto a las Ganancias correspondiente al año 2000.

El organismo tributario había emitido el 21 de septiembre de 2006 la resolución 15/2006 en la que determinaba de oficio  "la obligación del contribuyente en el Impuesto a las Ganancias".

Además, se intimaba a la persona al pago de “40.694,23 pesos en concepto de impuesto por el periodo 2000, 66.575,76 por los intereses resarcitorios que se liquidan y 528.486,96 equivalente al 70% del Impuesto por el período 2000- presuntamente omitido, por la multa que se aplica”.

Cabe señalar que Blaquier había pagado el Impuesto a las Ganancias correspondiente a ese período pero había realizado una deducción del monto final vinculado al tributo a los Bienes Personales “correspondiente a las tenencias accionarias que dieron origen al pago de dividendos”.

El Tribunal Fiscal de la Nación, con las firmas Esteban Juan Urresti, Adriana Adorno y Juan Carlos Vicchi, determinaron que el contribuyente no tenía ninguna deuda por el período reclamado.

Más tarde y luego de la apelación de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la Sala Cuarta de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal dejó vigente el reclamo del ente recaudador.

En términos finales, el caso llegó a la Corte Suprema que decidió que el planteo de Blaquier es “inadmisible”, obligándolo a pagar el impuesto que le exigió la AFIP hace siete años.