La Unidad de Información Financiera (UIF) se encuentra investigando los movimientos financieros y bancarios por más de 50 millones de pesos de la compañía “The Old Fund”, sociedad que controla a la nueva Ciccone Calcográfica.
De esta manera y a partir de la orden del juez federal Daniel Rafecas y el fiscal Carlos Rívolo, la UIF concentra su laboral en la sociedad anónima presidida por Alejandro Vandenbroele, persona señalada como testaferro del actual vicepresidente, Amado Boudou.
Cabe señalar que “The Old Fund” es controlada por la sociedad uruguaya Dusbel SA y su par holandesa Tierras International Investments CV, disuelta desde hace dos meses, según los registros societarios pertenecientes a Uruguay y a Amsterdam.
El punto central de la investigación es el origen de los fondos utilizados por la sociedad para tomar control de la nueva Ciccone a mediados de 2010. También, el organismo apunta a verificar la procedencia del dinero que destinaron Ciccone y The Old Fund durante el último año y medio para pagar los salarios y los aportes de los trabajadores de la imprenta.
Además, la nueva Ciccone afrontó el pago de la primera cuota de la moratoria excepcional que le concedió la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) sin haber accedido a grandes contratos que le permitieran solventar el gasto.
En tal sentido, el organismo presidido por José Sbattella continúa su investigación acerca del actual Vicepresidente, su socio Núñez Carmona, las múltiples sociedades vinculadas a ambos y las numerosas cuentas bancarias. Por otra parte, toda la información se encuentra traducida en diversos idiomas para su posterior envío a distintas unidades antilavado a través de la Red Egmont como paso previo a requerirles información.
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