Las chicanas judiciales fueron consideradas agravantes en una condena

Luego de que Mario del Valle Vega fuera imputado por el delito de homicidio culposo agravado, la causa fue elevada a juicio y tardó aproximadamente seis años en llegar a manos del magistrado por la deliberada interposición de recursos judiciales presentados por el abogado Luciano Rojas.

 

En ese sentido, el juez Luis Mario Varela decidió considerar las acciones del letrado como “chicanas” judiciales y en los fundamentos de la sentencia las valora como agravantes en la condena que dictó.

 

“...Se advierte el impresentable afán de la defensa de evitar la concreción del debate y a partir de la utilización de todo tipo de ‘chicanas’ judiciales -lo que ha llevado a la aplicación de una sanción al abogado Rojas- y llevando la causa permanentemente a la Corte vía Recurso de Casación, y ello sólo con la finalidad de lograr la impunidad del encausado, de propiciar la prescripción de la acción; y éstas circunstancias no pueden resultar al conocimiento del incuso Vega, por lo que debo valorarlas como agravantes en función de su conducta posterior al delito y su denodado afán de evitar el accionar de la Justicia”, sostiene la sentencia.

 

En su momento, el abogado fue sancionado por el magistrado debido a las supuestas obstrucciones. Además, Rojas no se presentó el día en que se había fijado la fecha de inicio del debate y fue reemplazado por Mario Sampayo.

 

El hecho que provocó la causa se remonta al 23 de marzo de 2008, cuando Vega atropelló –en total estado de ebriedad- con su vehículo a una mujer que caminaba junto a su hija de 13 años.

 

 

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