En un año en el que la contención del gasto fue, paradójicamente, moneda corriente en las firmas españolas y dos importantes bufetes de la abogacía empresarial, Maniega & Soler y MLA Associates, entraron en concurso de acreedores, las escasas contrataciones que se produjeron han dado que hablar.

Los fichajes de letrados con impronta como Aznar, Bono, Berenguer, Gómez Benítez o el conde de Fontao o abogados prestigiosos como Alberto Alonso Ureba o Juan Barona trascendieron en el ámbito español.

Si bien la crisis no es ajena al sector, las firmas continúan teniendo mucho trabajo, pero en distintas ramas del derecho como la procesal, laboral, concursal o fiscal, y algunos socios directores advierten un repunte de ciertas operaciones, lo que dibuja un panorama más alentador para el 2014.

En relación a los importantes bufetes y a los cambios sufridos en el pasado año, Garrigues decidió abandonar su alianza Affinitas para abrir sedes propias. Broseta suscribió una nueva alianza para incrementar su presencia en América Latina.

Por otra parte, DLA Piper fichó como asesor senior del Consejo Mundial al ex presidente José María Aznar, y el ex ministro de Defensa y ex presidente del Congreso, José Bono, entró como consejero de Cremades & Calvo-Sotelo, mientras que el abogado del Rey, José Manuel Romero, conde de Fontao, ingresó en Chávarri & Muñoz.

El elegido como mejor abogado del 2012, Juan Barona, abandonó una firma del Magic Circle,, Allen & Overy, para recalar en otra, Linklaters.

En cuanto al mercado de Latinoamérica, Garrigues busca convertirse en un despacho de referencia. Abrió oficinas propias en países como Colombia y Perú para ejercer el derecho local y tiene planeado hacer lo mismo en México.