El Departamento de Justicia de Estados Unidos finalmente aceptó la unión entre las dos operadoras de bolsa con la condición de que la germana realice algunas concesiones.

Una filial de Deutsche Börse, International Securities Exchange Holdings (ISE), deberá vender su participación del 31,5 % en la estadounidense Direct Edge Holdings, cuarto operador bursátil en Estados Unidos,  en un plazo de dos años.

Así, la nueva compañía creada, según el acuerdo anunciado a principios de año, se dividirá en 60% para la sociedad gestora de la bolsa de Frankfurt y en un 40% para la neoyorquina. De esta manera, Deutsche Börse adquiere todos los títulos de NYSE.

Cabe destacar que la empresa fusionada será la mayor bolsa del mundo si se habla en términos de facturación, beneficio y capitalización bursátil. Tendrá sede en Amsterdam y sus acciones cotizarán en las bolsas de Frankfurt, Nueva York y París.

Sin embargo, la fusión cuenta con algunas barreras que dificultan su consumación. Por su parte, el Departamento de Justicia de Estados Unidos consideró que la transacción propuesta originalmente podría disminuir la competencia en determinados servicios bursátiles y, además, la división antimonopolio presentó una demanda ante el tribunal del distrito de Washington para bloquear la transacción y una propuesta de acuerdo que si fuera aprobada por la corte se resolvería la demanda.

La propuesta mencionada prohíbe que NYSE y Deutsche Börse participen en el gobierno o en los negocios de Direct Edge. El fiscal Sharis Pozen se refirió al inconveniente y sostuvo que

“Sin la realización de esa desinversión y de las otras restricciones del departamento de Justicia, la entidad resultante de la combinación entre el NYSE y Deutsche Börse podría influir en las actividades de Direct Edge, y disminuir la fuerza de un competidor agresivo e innovador”.

Por último, las autoridades estadounidenses exigen un plan escrito explicando los pasos a seguir para que la compañía alemana se desprenda de su participación en Direct Edge.