A través de una acordada, los nueve magistrados camaristas del fuero previsional le solicitaron a la Corte Suprema de Justicia medidas de “auxilio inmediato” luego de advertir la “aguda crisis” de la Cámara.

La principal razón de este colapso es la gran cantidad de juicios que se iniciaron en la última década, más precisamente luego que la Corte dictara el conocido fallo Badaro.

El escrito señala que con el cierre de 2013 quedaron sin ingresar en alguna de las tres salas de apelación aproximadamente 53.000 expedientes. El motivo: la falta de espacio físico.

Del número mencionado, 25.000 no tienen ni siquiera la asignación por sorteo para saber a qué sala serán derivados. Además, a esta cifra se suman 75.000 más que esperan resolución dentro del edificio.

En 2013, varias notas han sido enviadas al presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, y a las autoridades del Consejo de la Magistratura en clara advertencia de esta situación.

Uno de los pedidos más enfáticos de los magistrados corresponde a la creación de cinco nuevos juzgados federales de primera instancia. Además, solicitan una sala más en la Cámara, dos fiscalías y una defensoría en el ámbito de la primera instancia.

Asimismo, el pedido de más personal tiene como objetivo "dotar de razonabilidad y equivalencia funcional a la estructura de recursos humanos del fuero". Cabe señalar que en los pasillos del edificio del fuero se acumulan pilas de papeles.