La petrolera estadounidense les advirtió a las autoridades argentinas que no realizará ningún progreso en su joint-venture con YPF mientras la justicia nacional no retire la amenaza de embargo sobre los activos de la multinacional en el país.

El conflicto se inició en noviembre del año pasado cuando un juez argentino dispuso el congelamiento de varios de los activos de Chevron en reclamo de un resarcimiento de 19.000 millones de dólares a agricultores ecuatorianos. Esta demanda se relaciona con una supuesta contaminación en la zona del Amazonas.

El acuerdo de la petrolera estadounidense con YPF está destinado a conformar un joint-venture por 1000 millones de dólares, los cuales serán utilizados para perforar 100 pozos en el yacimiento de shale-oil Vaca Muerta.

Por su parte, el vicepresidente de Chevron, George Kirkland, sostuvo lo siguiente: “no podemos avanzar en un acuerdo mientras esto esté en el medio, porque ellos embargarían dinero que nosotros entraríamos para gastar. Entonces, no podríamos hacer nada de todas maneras”.

Uno de los principales objetivos de YPF desde su nacionalización era sellar el acuerdo con la petrolera para abril y, de esta manera, aliarse a una de las mayores compañías a nivel mundial en el sector.