La compañía naviera Costa Cruceros abonará la suma de 14.000 euros a modo de indemnización para cada uno de los pasajeros que viajaban a bordo del crucero Costa Concordia, que naufragó el pasado 13 de enero frente a la isla italiana del Giglio.

La cifra, compuesta por 11.000 euros como resarcimiento y 3.000 de reembolso por viaje frustrado, no incluye a los heridos ni a los fallecidos aunque si se le otorgará a los niños que estuvieron presentes.

La indemnización surgió luego del acuerdo entre el Comité de Náufragos del Costa Concordia, formado por varias asociaciones italianas de consumidores y la naviera italiana.

Por su parte, el presidente de la Asociación Para la Defensa y la Orientación de los Consumidores (ADOC), Carlo Pileri, explicó que lo logrado "es un acuerdo histórico, que pone el punto final a un episodio dramático. Una verdadera class action (acción legal colectiva) resuelta fuera de los tribunales y que da un resarcimiento también por el estrés sufrido y por unas vacaciones completamente estropeadas".

También cabe destacar que el acuerdo es para los pasajeros que se encuentren ilesos ya que para aquellas personas que hayan sufrido lesiones físicas y para las víctimas de la tragedia se llevaran a cabo negociaciones individuales.

La liquidación del resarcimiento económico se realizará una semana después de que el pasajero acepte la oferta, según se comprometió la naviera. Así, una pareja con dos niños a bordo recibirá 50.000 euros de indemnización.

Por otra parte, la Asociación de Consumidores italiana Codacons consideró la oferta como una “limosna” e incitó a los pasajeros a desestimarla. Además, aseguró que comenzará una acción legal colectiva para solicitar a Costa Cruceros una indemnización de 125.000 euros por cada pasajero.

La noche del 13 de enero el crucero Costa Concordia encalló frente a las costas de la isla del Giglio, en el mar tirreno. El número de víctimas mortales del naufragio son, por el momento, 16 y continúan las búsquedas de 22 personas que se encuentran desaparecidas.

La naviera reconoció que el accidente se produjo cuando el capitán del crucero, Francesco Schettino, decidiera acercarse sin ninguna autorización a la costa de la isla, lo que provocó que el buque impactara contra un escollo rompiendo así un casco. Schettino se encuentra actualmente en arresto domiciliario.