La jueza civil María Bagicalupo hizo lugar al reclamo de una persona, hoy de 34 años de edad, a quitarse el apellido paterno ya que su progenitor lo había abandonado cuando él tenía 12 años.

“La inmutabilidad del nombre es la regla, podría decirse insoslayable” que “no puede cambiarse sino en situaciones verdaderamente excepcionales”, sostuvo la jueza en su resolución.

Por otra parte, la magistrada entendió que el motivo alegado por el joven era justo. “El profundo rechazo hacia su progenitor ha llevado al accionante a soslayar, en la medida de lo posible, la utilización de su apellido paterno”, afirmó la jueza.

El actor involucrado, quien es representado por el abogado Carlos Marcelo Moguilner, tenía ambos apellidos, el paterno y el materno, pero decidió recurrir a la justicia para conservar solo el de su madre.

Como el padre abandonó a la persona cuando tenía 12 años de edad, la jueza resolvió “admitir como justos los motivos que ha esgrimido el causante para lograr lasupresión de su apellido paterno”. Asimismo, remarcó que “concomitantemente con la identidad, el nombre reviste, además de un carácter biológico, uno dinámico, que hace al equilibrio psico social de la persona”.