A través de un escrito de 500 páginas, el magistrado federal Lewis Kaplan sentenció que los habitantes de la selva amazónica ecuatoriana, que ganaron un juicio multimillonario a la petrolera, no pueden tratar de ejecutarlo por medio de las cortes estadounidenses porque consiguieron la victoria de forma fraudulenta.

La demanda que motivó el fallo había sido efectuada por las tribus de la selva contra la empresa petrolera con sede en San Ramón California. Steven Donziger, abogado de los demandantes, consideró la resolución escandalosa.

Asimismo, el letrado manifestó que apelara la “decepcionante” sentencia y pronosticó que la resolución será anulada en una instancia superior por carecer de sustento.

La causa se inició por los daños ambientales que la empresa Chevron Corp. causó a la selva amazónica por Texaco entre 1972 y 1990. Por tal motivo, un juez ecuatoriano sentenció a la firma a pagar 18.000 millones de dólares.

La demanda, iniciada en nombre de los 30.000 habitantes de la selva amazónica, fue ratificada por la Corte Suprema de Justicia, aunque la suma indemnizatoria se redujo a 9000 millones de dólares.