La Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN) denunció en 2010 a la titular del Juzgado Civil de primera instancia número 26, Abou Assali por un supuesto “tratamiento incompatible con la irreprochabilidad de la conducta que cabe exigir a un juez”.

El magistrado decidió no concurrir personalmente a la cita con los consejeros pero utilizó un recurso que poseen los jueces citados a comparecer. Assali presentó un escrito donde aclara que no se analizaron los hechos de forma correcta.

De esta manera, en el escrito que la jueza exhibió ante el Consejo de la Magistratura descalificó los testimonios de los empleados y sostuvo que existe una unión entre ellos para “declarar falsedades”.

Por otra parte, y de acuerdo al expediente existente en el Consejo y el testimonio de varios testigos, la jueza habría dicho “es un negro”, “un burro” para referirse a uno de sus empleados.

Esto fue negado por Assali, y para culminar con su presentación le solicitó al Consejo de la Magistratura que archivara el expediente y que sea tratado en el próximo plenario que se realice.