El Rol del Abogado y Su Encuadre

En este caso, el foco lo quiero hacer sobre el rol del abogado y sobre el encuadre que hay que darle al ejercicio profesional sobre todo en la relación con le cliente.  El rol o papel que desempeñamos los abogados es una construcción social o cultural, que a partir de las exigencias que la sociedad impone, nos convierte en científicos del derecho y nos habilita a desempeñarnos desde lo técnico y la legalidad, a participar en nombre de otro en su lucha por la justicia.

 

Esta función social, desde el ¨ imaginario colectivo ¨, presenta  muchos más rasgos que los apuntados, ya que para el Otro (cliente, defendido, asesorado, etc.), el abogado pasa a ser el ¨ protector ¨ - de habla del abogado como imagen de padre o madre -, el que lo apuntala en las situaciones de sufrimiento que le causa el injusto que padece, por lo tanto el rol del abogado hace que éste se ponga, no solo desde lo científico, sino psicológicamente por encima del cliente , el vínculo profesional se convierta en una relación asimétrica.

 

Ahora bien, este ¨ desequilibrio  relacional ¨ forma parte del rol profesional, y si la abogada o abogado, se sale o se ¨ baja ¨ de este, se está ¨ fugando de la actividad profesional ¨ y el vínculo con el Otro (cliente, asesorado) pasaría a ser un vínculo humano más, pero no el propio que impone la abogacía.

 

Por ello aparece la necesidad de mantener el encuadre profesional. Esto no es ni más ni menos, que el adoptar conductas - mínimas - que sean invariables, tales como donde recibo al cliente, horario y tiempo de atención, honorarios por el servicio profesional, y el acuerdo preciso de la labor que el abogado va a desarrollar en favor del cliente, como acordar también cuando de dejará de prestar la actividad profesional.

 

El encuadre juega a favor del cliente y del abogado. Al profesional lo mantiene en su rol, evita hacerlo ¨ dependiente ¨ del cliente en lo moral y económico - este punto es lo que más debilita el vínculo profesional debido - y al asistido o asesorado, el encuadre le sirve de límite para que el ¨ abogado protector ¨ no lo termine ¨ esclavizando ¨ prevaliendose del poder que le otorga el rol.

 

Parecería que el rol profesional no debería salirse de su cauce nunca, pero sucede que este se forma por conductas humanas que relacionan subjetividades y por ende van cargadas de historias personales - del abogado y del cliente - que van a teñir el vínculo profesional,  aún cuando no se quiera, para bien o para mal. No es fácil ser abogada o abogado. Si uno no se capacita y entrena en saber mantener el rol profesional mediante el debido encuadre, puede perder en segundos toda una historia de abogacía decente. Los invito a pensar esta temática y se animan, a colaborar conmigo por medio de sus reflexiones en el blog. Hasta la próxima colegas.

 

Por Santiago Sinópoli
Blog Psicología para abogados - Legaltoday.com

 

 

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