Se trata de los llamados “me too” que se encuentran en las mismas condiciones que los fondos de los magnates Paul Singer y Kenneth Dart pero no había efectuado acción judicial contra el Estado argentino.

El magistrado neoyorquino Thomas Griesa solicitó que esta clase de bonistas que quieran ser incluidos en la sentencia se presenten con la documentación que los acredite como tenedores de deuda argentina declarada en default.

Entre capital e intereses, la deuda reclamada por los fondos buitre alcanza los 1600 millones de dólares. Pero existen otros 102 demandantes que podrían solicitar sumarse al fallo y que elevarían la cifra a 4700 millones de dólares.

La presentación de los “me too”, que es un proceso prácticamente de rutina, deberá pasar por el filtro de Griesa y de los tribunales de alzada. El gobierno argentino, por su parte, tendrá la potestad de objetar cada admisión que efectúe el magistrado.

Estos tenedores tienen tiempo hasta el próximo 2 de marzo para intentar sumarse a la sentencia de la justicia estadounidense, según el cronograma acordado por ambas partes –abogados de los fondos buitre y representantes del país-.