La Sala H de la Cámara Civil consideró que los moretones exhibidos en el cuerpo de una mujer son indicios suficientes de malos tratos por parte de su marido y constituyen una causal de divorcio por culpa exclusiva de él.

En tal sentido, los jueces Jorge Mayo, Claudio Koper y Liliana Abreut de Begher sostuvieron que existieron “malos tratos” hacia la mujer y decidieron decretar el divorcio.

Con este fallo, la causa tomó un drástico giro ya que había sido el hombre el que había impulsado la disolución del vínculo por “injurias graves y abandono del hogar” de la cónyuge.

Por su parte, el hombre calificó de mentirosa a la mujer cuando ella explicó las razones por las cuales abandonó el hogar y afirmó que intentó sacar un rédito económico del matrimonio ya que se casó con alguien de mayor edad.

Además, se refirió a los moretones y a los magullones exhibidos por la mujer y denunciados por los testigos: “podrían ser producto de una enfermedad de la piel que ella padecía”, explicó.

En contraposición a lo expuesto por una de las partes, el tribunal calificó como justificado el accionar de la mujer al retirarse del hogar y tildaron al vínculo como una “relación matrimonial desquiciada”.