Scroll infinito, inteligencia artificial y la afectación de la psiquis de los menores: la reciente reacción europea frente a una amenaza que ya es real
Por Mario Covarrubias Jurado
Estudio Garrido Abogados

Las plataformas digitales no son neutrales. El scroll infinito, los algoritmos de recomendación y los sistemas de inteligencia artificial conversacional forman parte de un diseño pensado para capturar la atención del usuario durante el mayor tiempo posible. En adultos, estas arquitecturas ya provocan pérdida de tiempo, dificultad para concentrarse y la sensación de haber quedado “atrapados” frente a la pantalla durante horas. En niños y adolescentes —con cerebros aún en pleno desarrollo— el impacto es sensiblemente más grave y potencialmente irreversible.

 

Europa decidió reaccionar. No frente a un riesgo hipotético, sino frente a un daño que ya se manifiesta en estudios científicos, reclamos judiciales y políticas públicas emergentes en distintas jurisdicciones.

 

Europa reacciona: una señal política clara, aunque aún no vinculante.

 

El 26 de noviembre de 2025, el Parlamento Europeo aprobó una resolución reciente —de carácter no vinculante— en la que exhorta a reforzar la protección de los menores frente a prácticas de diseño adictivo, en el marco del Digital Services Act (DSA) y del Artificial Intelligence Act (AI Act). El texto reclama controles parentales efectivos, evaluaciones de riesgo reforzadas y la limitación de mecanismos como el scroll infinito, la reproducción automática y los algoritmos de recomendación cuando los usuarios sean menores de edad.

 

A fin de fundamentar su decisión el Parlamento hace referencia a una investigación según la cual el 97 % de la gente joven se conecta a internet a diario y el 78 % de los niños de entre 13 y 17 años revisa sus dispositivos al menos una vez cada hora. Al mismo tiempo, uno de cada cuatro menores muestra un uso «problemático» o «disfuncional» del teléfono inteligente, es decir, patrones de conducta que corresponden a una adicción[1].

 

Finalmente, es importante remarcar que la propuesta no se trata de censurar contenidos ni de restringir la libertad de expresión. El objetivo es impedir que el diseño de las plataformas explote vulnerabilidades cognitivas previsibles de niños y adolescentes. Aunque la resolución no impone obligaciones directas, su importancia es indiscutible: marca el rumbo político y regulatorio europeo y reconoce que el daño ya existe.

 

¿Qué es el scroll infinito y por qué resulta tan peligroso?

 

El scroll infinito es una modalidad de diseño por la cual el contenido nunca se termina. No existe un punto natural de cierre: al deslizar la pantalla, siempre aparece algo nuevo. Este mecanismo —presente en plataformas de uso masivo como Instagram, TikTok, Facebook (Meta), YouTube, Snapchat y X— elimina las pausas que permiten al usuario decidir conscientemente cuándo detenerse.

 

Combinado con algoritmos de recomendación, el sistema aprende qué nos interesa y selecciona qué mostrar, cuándo y cómo. En el caso de los sistemas de inteligencia artificial conversacional, la experiencia puede volverse directamente infinita, empática y personalizada, sustituyendo vínculos reales y reforzando la dependencia.

 

Éilish Duke, profesora de psicología en la Universidad de Leeds Beckett, nos explica que lo primero que hay que entender es que el impulso de agarrar nuestro celular y encender la pantalla, que desencadena el scrolling, es automático, no somos conscientes de él[2].

 

Menores, cerebros en desarrollo y una desigualdad estructural.

 

La evidencia científica es consistente. Estudios publicados en JAMA Pediatrics[3], The Lancet Child & Adolescent Health[4] y Nature Human Behaviour[5] vinculan la exposición prolongada a scroll infinito y sistemas de recomendación con disminución de la atención sostenida, mayor impulsividad, dificultades en la memoria de trabajo y deterioro del rendimiento académico. El impacto es especialmente severo en menores de 13 años, pero persiste entre los 14 y 16 años, cuando las funciones ejecutivas y el autocontrol aún no están plenamente desarrollados.

 

Si nosotros, adultos —con cerebro maduro—, muchas veces no logramos escapar de estas dinámicas, resulta evidente que niños y adolescentes tienen aún menos herramientas para hacerlo. El tiempo que debería destinarse al estudio, al deporte o al juego real es absorbido por arquitecturas digitales diseñadas para no soltar la atención.

 

Cuando el debate llega a los tribunales: EE. UU. y Brasil.

 

El fenómeno ya ingresó de lleno en los tribunales. En Estados Unidos, en Commonwealth v. Meta Platforms, Inc., el Fiscal del Estado de Massachusetts demandó a Meta sosteniendo que diseñó deliberadamente funciones como el scroll infinito y los algoritmos de recomendación para generar conductas adictivas en menores y afectar su salud mental. A su vez, el tribunal de primera instancia rechazó la defensa preliminar basada en la Sección 230 del Communications Decency Act intentada por Meta, al considerar que la demanda cuestiona el diseño del producto y no el contenido publicado por terceros.

 

Por su parte, en misma línea, el Ministerio Público Federal de Brasil activó en 2025 un procedimiento administrativo de seguimiento para evaluar si el diseño y las dinámicas de uso de las plataformas digitales cumplen con el deber de protección integral de niños y adolescentes previsto en el Estatuto Digital da Criança e do Adolescente.

 

IA conversacional y tragedias reales.

 

A estos casos se suman acciones judiciales vinculadas a sistemas de inteligencia artificial conversacional. En Estados Unidos, en Raine v. OpenAI la familia de un adolescente de 16 años que se quitó la vida inició una demanda por wrongful death (muerte ilícita) contra OpenAI, alegando que la interacción prolongada con un chatbot —caracterizado por un nivel de empatía constante y ausencia de límites temporales— habría influido negativamente en su salud mental contribuyendo al suicidio del menor[6]. El caso abrió un debate jurídico inédito sobre responsabilidad, salvaguardas y diseño seguro de sistemas de IA frente a usuarios vulnerables.

 

Australia avanza más lejos.

 

La reacción frente a este fenómeno no es exclusiva de Europa. Australia dio un paso aún más contundente. La Online Safety Amendment (Social Media Minimum Age) Bill 2024[7], que establece un límite mínimo de 16 años para el acceso a redes sociales, entró en vigor esta semana, convirtiendo al país en el primero en aplicar una restricción etaria de este alcance pero, sin lugar a dudas, no será el único porque existen proyectos muy avanzados en Dinamarca y Malasia[8].

 

La norma impone a las empresas tecnológicas la obligación legal de adoptar “medidas razonables” para impedir que niños y adolescentes creen o mantengan cuentas, bajo apercibimiento de multas que pueden superar los 32 millones de dólares. Actualmente hay diez plataformas incluidas en dicha prohibición: Facebook, Instagram, Snapchat, Threads, TikTok, X, YouTube, Reddit y las plataformas de streaming Kick and Twitch[9].

 

Finalmente, cabe hacer especial énfasis en las críticas que recibió dicha legislación por la dificultad práctica de verificar la edad de los usuarios, debate que también atraviesa a la regulación europea. Sin embargo, el Parlamento australiano fue claro: la complejidad técnica no puede justificar la inacción cuando existe evidencia consistente de daño.

 

Un desafío de implementación que no invalida el avance.

 

Es evidente que este tipo de regulaciones plantea dificultades técnicas y jurídicas: verificación etaria, privacidad y efectividad de los controles parentales están hoy en el centro del debate. La propia Unión Europea reconoce estas limitaciones. Pero admitir los desafíos no equivale a negar el problema.

 

El cambio de paradigma es claro: ya no se discute exclusivamente el “uso responsable”, sino el diseño responsable de la tecnología.

 

El rol del Derecho y un límite que no admite demoras.

 

El daño ya está hecho. Pero puede mitigarse. Y, sobre todo, puede evitarse que se vuelva exponencial. Defender a los menores frente a arquitecturas digitales que capturan su atención y erosionan su desarrollo cognitivo no es censura ni resistencia al progreso tecnológico: es una obligación jurídica frente a generaciones que aún no pueden defenderse solas.

 

Europa ya encendió la alarma; otras jurisdicciones fueron más allá. Si no actuamos ahora, cada minuto que dejamos pasar convierte a otra generación en territorio de experimentación para algoritmos diseñados para capturar atención, erosionar la mente y condicionar el futuro. No es una advertencia: es una responsabilidad que exige respuestas inmediatas.

 

 

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Citas

[1] “Children should be at least 16 to access social media, say MEPs”, Press Releases Plenary session  IMCO  26-11-2025 - 12:54, European Parliament News (https://www.europarl.europa.eu/news/en/press-room/20251120IPR31496/children-should-be-at-least-16-to-access-social-media-say-meps).

[2] ¿Qué pasa en tu cerebro cuando estás scrolleando tu celular (y 3 consejos para evitar hacerlo compulsivamente)? por Santiago Vanegas, BBC News Mundo, 3 mayo 2024.

[3] “Social Media Use in Children and Adolescents”, by Meryl Shychuk, Nancy Joseph & Lindsay A. Thompson, May 31, 2022.

[4] “From social media to artificial intelligence: improving research on digital harms in youth”, by Karen L Mansfield, PhDa, Sakshi Ghai, PhDa,b, Thomas Hakman, MSca, Nick Ballou, PhDa, Matti Vuorre, PhDa,c, Prof Andrew K Przybylski, PhD, March 2025.

[5] Fassi, L., Ferguson, A.M., Przybylski, A.K. et al. “Social media use in adolescents with and without mental health conditions”. Nat Hum Behav 9, 1283–1299 (2025).

[6] Hill, Kashmir (2025-08-26). "A Teen Was Suicidal. ChatGPT Was the Friend He Confided In". The New York Times. Retrieved 2025-08-29.

[7] Parliament of Australia – Explanatory Memorandum (https://www.aph.gov.au/Parliamentary_Business/Bills_Legislation/Bills_Search_Results/Result?bId=r7284) 

[8] “Australia’s Social Media Ban for People Under 16 Takes Effect” by Victoria Kim, New York Times, Dec. 9, 2025 (https://www.nytimes.com/2025/12/09/world/asia/australia-social-media-ban-under-16.html).

[9] “Australia has banned social media for kids under 16. How will it work?” by Helen Livingstone, Dec. 9, 2025 (https://www.bbc.com/news/articles/cwyp9d3ddqyo).

Opinión

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