María Cecilia Auferil es abogada de la UBA, con una especialización en Prevención de Lavado y Financiamiento del Terrorismo, certificada internacionalmente en Ética y Compliance por la Universidad del Cema y un posgrado en Derecho Bancario y Finanzas Corporativas de la Universidad Austral.
Desde hace más de 10 años trabaja en áreas de cumplimiento regulatorio y control interno.
Coordina la comisión de Cumplimiento de ADEBA.
Actualmente se desempeño como la Chief Compliance Officer (CCO) en Banco Galicia, acompañando al negocio en la toma de decisiones y definición de nuevos productos y alianzas, supervisando las operaciones financieras y el cumplimiento de las nuevas regulaciones.
Si no hubieras estudiado derecho, ¿a qué te habría gustado dedicarte?
Creo que si no hubiera estudiado derecho me habría volcado a alguna disciplina vinculada con lo humano, como Ciencias de la Comunicación o Psicología. Siempre me atrajo el contacto con las personas, conocer sus historias, entender cómo piensan y generar conexiones genuinas. Por eso, no me cuesta imaginarme en profesiones que tengan que ver con escuchar, acompañar y comunicar.
¿Qué te gustaría hacer en el futuro que hoy todavía no pudiste? ¿Algún sueño por lograr o algo que te dejes para más adelante?
Me encantaría estudiar locución. Siempre me atrajo el mundo de la voz, quizás por lo mucho que me gusta comunicar, conversar y generar cercanía. Varias personas me han dicho que tengo una voz que llama la atención, y eso me dejó pensando en explorar ese camino algún día. Lo tengo guardado como un pendiente lindo, más por curiosidad personal que por ambición.
Si volvieras a tener 18 años, ¿volverías a elegir esta profesión?
¡Qué buena pregunta! Cuando empecé la carrera de Derecho, al año ya pensaba en dejarla y dedicarme a otra cosa. Pero mis viejos me insistieron mucho para que no abandonara, y terminé continuando. Así que siempre me quedó la duda de si fue una elección completamente mía o un poco empujada por los mandatos familiares. Con el tiempo, y desde el lugar que ocupo hoy, no me arrepiento: ejercer como abogada y Chief Compliance Officer me permite acompañar al negocio, ser parte de decisiones clave, y participar en proyectos tan desafiantes como diversos. Esa parte dinámica es la que más disfruto.
¿Qué te ayuda a mantener los pies en la tierra?
Hoy, sin duda, quien vino a revolucionar todos mis estándares es mi hijo Vicente. Un bebé de casi cuatro meses que no respeta horarios y pasa de 0 a 100 en un minuto, regalándome las sonrisas más lindas del mundo… o llorando sin parar cuando tiene hambre o sueño, jaja. La maternidad fue lo mejor que me pasó, pero también lo más desafiante. Me enseñó que cada día es distinto, que lo que funcionó hoy tal vez no funcione mañana, y que “hoy no es siempre”. Una gran lección para la vida y el trabajo.
¿Tenés alguna frase o lema que te represente?
Una frase que me marcó desde el inicio y que me dijo mi primer jefe es: “Si no vas a dejar huella por donde pases, mejor no lo hagas”. Siento que me representa porque busco siempre dejar una marca positiva en los lugares y equipos donde participo. Me gusta aportar, construir y hacer que las cosas pasen.
¿Qué cosas cotidianas te hacen feliz?
Una de las cosas que más disfruto es levantarme un fin de semana, preparar unos mates y tomarme ese rato con mi novio para charlar sobre cómo fue la semana. Es un momento simple, pero que me relaja, me conecta con mi mundo íntimo y me recarga.
¿Qué hacés para desconectarte o recargar energías?
Debería incorporar más hábitos para liberar tensiones, lo reconozco. Hoy, lo que más hago es meter a Vicente en el cochecito y salir a caminar. Esa rutina, aunque simple, me da aire, me ordena la cabeza y me reconecta.
¿Cómo te llevás con el silencio?
Antes lo sufría. Me incomodaba y sentía la necesidad de llenarlo con palabras. Hoy aprendí a disfrutarlo y hasta creo que, en muchas conversaciones, el silencio puede ser una herramienta valiosa. No siempre hay que responder al instante.
¿Qué te da orgullo?
Me siento muy orgullosa del recorrido que hice dentro de Banco Galicia. Empecé como abogada junior y hoy tengo el rol de Compliance Officer en la plataforma financiera más grande del país. Siento que todavía queda mucho camino por recorrer, pero mirar para atrás y ver todo lo que crecí me llena de fuerza para seguir. Y lo que más me motiva es prepararme para estar a la altura de los desafíos que vienen.
¿Qué te gustaría que los demás valoren de vos?
Me gustaría que valoren mi generosidad profesional. Me importa acompañar, construir equipos, generar buen clima, más allá de si compartimos sector o no. Soy de las que cree que el trabajo colaborativo potencia todo.
¿Cómo te llevás con la inteligencia artificial?
Me llevo bien. Creo que tiene un gran potencial para ayudarnos a automatizar tareas operativas y liberar tiempo para lo estratégico. Al mismo tiempo, estoy convencida de que el criterio humano, el sentido común y el conocimiento profundo del negocio siguen siendo insustituibles. La IA vino para quedarse, así que mejor entenderla, adoptarla con criterio y usarla a favor de nuestra función.
Si pudieras automatizar una parte de tu día… ¿cuál sería?
¡Todo lo que implique producirme para salir a trabajar! Bañarme, peinarme y maquillarme. Jajaja. Con un bebé chiquito, cada minuto extra de sueño vale oro.
¿En qué tipo de situaciones se te ocurre “la mejor idea”?
Casi siempre me pasa en la ducha o mientras duermo. No sé si está bien soñar con temas de trabajo, pero las mejores ideas me sorprendieron en esos momentos de desconexión total.
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