Los espectadores-demandantes no tienen un reclamo legítimo fundado en el desempeño insatisfactorio de un boxeador porque ellos tuvieron la pelea profesional entre dos leyendas del boxeo por la que pagaron.
“La emoción de la victoria. La agonía de la derrota. El drama humano de la competición atlética”. Jim McKay (Wide World of Sports, ABC Television, 1961)
El 2 de mayo de 2015, Floyd Mayweather y Manny Pacquiao pelearon en el MGM Grand Garden Arena en la ciudad de Las Vegas. Luego de 12 rounds, el “favorito” Floyd Mayweather ganó por decisión unánime contra Manny Pacquiao. Un panel de tres jueces declaró a Mayweather ganador del combate, pero cada uno de los jueces declaró a Pacquiao ganador de entre dos y cuatro rounds[1]. Durante la conferencia de prensa posterior a la pelea, Pacquiao reveló que había sufrido una lesión en su hombro derecho entrenando un mes antes de la pelea. Aproximadamente el 4 de abril de 2015, Pacquiao se desgarró el hombro derecho durante una sesión de sparring. En consecuencia, Pacquiao “tuvo que descontinuar su sesión de sparring durante su entrenamiento” y envió a uno de sus compañeros de sparring a su casa con instrucciones de no revelar su lesión a nadie. Pacquiao y su equipo consideraron posponer la pelea contra Mayweather, pero después de su consulta con sus doctores decidieron continuar. Demandantes en muchas jurisdicciones aprovecharon la revelación de la lesión y presentaron acciones de clase putativas. Los demandantes alegaron que Pacquiao era un “bien dañado”, que la pelea era una “estafa magnífica”, y que ellos no hubiesen comprado las entradas si hubiesen sabido de la lesión de Pacquiao. Las entradas de la pelea salieron a la venta el 23 de abril de 2015, y todas se vendieron en unos pocos minutos. El precio de las entradas estaba en el rango de los US$1.500 hasta más de US$7.500 por asiento en el MGM Grand Garden Arena. En el mercado secundario, se vendieron entradas sueltas por la asombrosa suma de US$231.000. El acceso el Pay-per-view (“PPV”) para ver este combate “rompió el récord como el evento de boxeo [PPV] más caro de la historia”, con suscriptores comerciales pagando hasta US$10.000 para proyectar la pelea en sus establecimientos. El 17 de agosto de 2015, el Distrito Central de California centralizó los procedimientos prejudiciales en este Litigio Multidistrito[2] de acuerdo con la 28 U.S.C. § 1407. El 22 de febrero de 2016, los demandantes presentaron dieciséis demandas de acción de clase consolidadas, y la Corte de Distrito rechazó todas las demandas con prejuicio por fallar en declarar un reclamo legítimo acorde con la Regla 12(b)(6) de las Normas Federales de Derecho Procesal Civil[3]. La Corte de Distrito sostuvo que los demandantes no sufrieron un daño reconocible a un interés legalmente protegido porque “las supuestas declaraciones falsas y omisiones implican el centro de la competición atlética” en oposición a “resultados de negocios o performance financiera”. Los demandantes apelaron oportunamente.
La Corte de Apelaciones del Noveno Distrito de los Estados Unidos (la “Corte”) confirmó el fallo de la Corte de Distrito. La Corte sentenció que “un evento deportivo o juego, a diferencia de los bienes de consumo o servicios, se define por un conjunto de reglas bien conocidas por los fanáticos; el resto es determinado por cómo la pelea es peleada o cómo el juego es jugado”. Consecuentemente, la Corte sostuvo que la teoría de responsabilidad de los demandantes era “potencialmente ilimitada”, porque “la naturaleza de los deportes competitivos es tal que los atletas comúnmente compiten -y algunas veces ganan dramáticamente- a pesar de cierto grado de dolor físico y lesiones”; y además esta teoría presenta serios “problemas de viabilidad”. Con respecto a los “problemas de viabilidad”, la Corte se planteó las implicancias de la teoría de responsabilidad de los demandantes. Por ejemplo: “¿los deportistas tendrían la obligación de informar acerca de cualquier incomodidad que sientan, o solamente acerca de lesiones diagnosticadas? ¿Sería relevante si una lesión diagnosticada no causa ningún dolor a una atleta? ¿Con cuánto tiempo de anticipación al juego o a la competencia debería revelarse esta información”? La mayoría de las sentencias de otros distritos y cortes estatales sostuvieron rechazos similares. En Bowers v. Fédération Internationale de l’Automobile[4], fanáticos de las carreras de autos vieron sólo seis de veinte automóviles que esperaban ver correr. En Bowers, la Corte de Apelaciones explicó a los fanáticos de las carreras de Fórmula Uno que, “en un día cualquiera, muchos eventos pueden evitar una competición con la totalidad de los veinte automóviles autorizados”. La Corte de Apelaciones en Bowers estableció factores que podrían resultar en una competición que involucre menos automóviles. Por ejemplo, dicha sentencia describe “condiciones de pista peligrosa”, conductores con enfermedades repentinas, accidentes transportando un automóvil a la pista, y toda clase de inconvenientes, incluyendo la posibilidad de que, por alguna razón, un conductor se rehúse a conducir. En Castillo v. Tyson, los fanáticos del boxeo presenciaron la “vergonzosa descalificación de Tyson por arrancar parte de la oreja de su oponente de un mordisco”[5].En Castillo, la Corte de Apelaciones del Estado de New York confirmó el rechazo de reclamos de clase putativos, incluyendo fraude, fundado en la tristemente célebre pelea de Mike Tyson contra Evander Holyfield en la cual Tyson fue descalificado por morder parte de la oreja de Holyfield. Análogamente, por lo tanto, los demandantes aquí “no tienen un reclamo legítimo fundado en el desempeño de Pacquiao que estuvo por debajo de las expectativas de los espectadores”. De este modo, la Corte confirmó que la sentencia de Corte de Distrito correctamente “noqueó” la demanda de los espectadores.
Citas
(*) J.D., Universidad Torcuato Di Tella. Master of Laws (LLM) with Specialization in Civil Litigation and Advocacy, Loyola Law School, Los Angeles.
[1] Puntaje Oficial: Floyd Mayweather v. Manny Pacquiao, Comisión Atlética del Estado de Nevada (2 de mayo de 2015), http://boxing.nv.gov/uploadedFiles/boxingnvgov/content/home/features/Corrected_May-v-Pac_scorecard-tickets.pdf.
[2] Casos N° 17-56366, N° 17-56372, N° 17-56379, N° 17-56381, N° 17-56382, N° 17-56384, N° 17-56385, N° 17-56386, N°17-56387, N° 17-56388, N° 17-56392, N° 17-56394, N° 17-56395, N° 17-56398, N° 17-56399, y N° 17-56401. Publicado el 22 de noviembre de 2019. Presentado el 21 de noviembre de 2019 ante la United States Courts for the Ninth Circuit, Court of Appeals, con opinión de la Jueza Jacqueline H. Nguyen confirmando la sentencia del Juez Robert Gary Klausner de la United States District Court of the Central District of California.
[3] Rule 12(b)(6) of the Federal Rules of Civil Procedure.
[4] Ver Bowers v. Fédération Internationale de l’Automobile, 489 F.3d 316.
[5] Ver Castillo v. Tyson, 701 N.Y.S.2d 423 (N.Y. App. Div. 2000).
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