Corte vs. Seguridad Jurídica

Por Horacio M. Lynch
Lynch & Asociados


Me pareció preocupante, días atrás, escuchar al Presidente de la Corte reclamando seguridad jurídica. No me imagino al Jefe de Policía exigiendo protección, o al Ministro de Salud quejándose por las epidemias. Es que el principal responsable de la inseguridad jurídica es él mismo y el tribunal que preside. Mucho de lo que ocurre debe atribuirse a un disfuncional sistema judicial y eso es responsabilidad de la Corte.

Es cierto que no es lo único que genera inseguridad jurídica: también es responsabilidad del Congreso y del Poder Ejecutivo, de Néstor y Cristina KICHNER (v. La presidente y la Justicia: no confundirse, (1) pero la máxima responsabilidad corresponde a la cabeza del Poder Judicial.

En 2009 en un ensayo sobre la Corte, evaluaba lo que a mi juicio hacía bien y mal, pero, particularmente, sobre lo que no hacía (Luces y sombras de la nueva Corte Suprema (2003 / 2009) (2).

El propósito era conmover al Alto Tribunal, pero también a la ciudadanía y a los medios. Parece incoherente escuchar críticas a la Justicia, junto con elogios a la actual Corte que es la responsable. No es posible escindir al sistema de la cabeza que lo dirige. La “nueva” Corte ya tiene más de siete años desde que comenzó el cambio y unos cinco desde que se completó.

Comprendo que es difícil para todos – legos y aun letrados - entender lo que hemos pasado, y sus implicancias. El proceso que posibilitó el recambio fue muy irregular, muy parecido a todos lo que están ocurriendo en el país,  de los que se queja LORENZETTI. Por ello dije que la actual integración tenía un pecado de origen.

La seguridad jurídica

Es cierto que la seguridad jurídica no es sólo resorte del Poder Judicial. Pero también que la justicia es uno de los principales componentes y tiene una gran incidencia sobre los otros. Hace años elaboré un Índice de la Seguridad Jurídica analizando una serie de tiempo de 1930 a 1992, que actualice al 2002. No quiero imaginarme los niveles que arrojaría ahora (en mi sitio www.seguridad-juridica.com.ar esto está bien desarrollado).

La Corte no ha puesto límites al Poder Ejecutivo y al uso y abuso de los DNU (Decretos de Necesidad y Urgencia). No se ha conmovido por lo últimos escándalos en los concursos del Consejo de la Magistratura, ni por las tramas de corrupción en el fuero de Seguridad Social. No hace nada para impedir que el PE. utilice a la Justicia como instrumento de extorsión hacia sus opositores.

Reclamos de LORENZETTI

Los aspectos que reclama el Presidente de la Corte para mejorar la Justicia son de su responsabilidad: el presupuesto y el Consejo de la Magistratura.

El presupuesto. La Corte no ha hecho ningún esfuerzo serio para mejorar la eficiencia del sistema. Estamos muy lejos de la época en que el Poder Judicial sólo recibía el 0,7% del presupuesto nacional, (unos us$ 80 millones). Hoy supera el 3%, que pòr momentos representaron más de us $ 1,000 millones, con el agravante que se han creado instituciones – como el Ministerio Público Fiscal y el Ministerio de la Defensa Oficial - con sus propios recursos que antes estaban englobadas dentro del suyo. El mismo Consejo de la Magistratura absorbió muchos recursos humanos de la Justicia. Lo primero es demostrar eficiencia y no hay nada que acredite que, con más fondos, funcionará mejor.

El Consejo de la Magistratura. Su mal funcionamiento es también responsabilidad de la Corte, por la desidia y desinterés que manifestó antes, y luego, porque no se opuso a las modificaciones impulsadas en 2006 por la actual Presidente de la Nación (el propio LORENZETTI las apoyó). Mal puede quejarse ahora. Y cuando le han llegado recursos contra arbitrariedades que ocurrían en el Consejo no ha querido considerarlas.

La Corte es responsable de su propia alienación

En general todos los tribunales están sobrecargados de trabajo. Y la Corte no es una excepción. Pero, a diferencia del resto, la Corte tiene poder para cambiar y nada hizo. En 2005 hicimos un trabajo requerido por el Alto Tribunal para descongestionar, pero los cambios propuestos - ni otros - nunca se concretan. En tanto los sufridos litigantes esperan, los ministros viajan, dan conferencias, atienden a la prensa y gozan de prolongadas ferias.

En el fallo CASAL de 2006 la Corte cambió el esquema del enjuiciamiento penal y abrió las compuertas para inundarse de recursos. Igualmente, mantener una jurisprudencia errática en recursos de arbitrariedad alienta su interposición. Y afecta la seguridad jurídica que el Congreso derogue una ley de amnistía, y que la propia Corte lo acepte dejando sin efecto una sentencia suya. Tampoco toma medidas para cortar con las apelaciones previsionales.

Quién hace los fallos de la Corte

Buena parte de lo que ocurre se debe a la errática jurisprudencia de la Corte, resultado de los muchas manos que intervienen en la elaboración de las sentencias. En una reciente nota “Quien dicta los fallos de la Corte - La delegación en la Corte Suprema” (3) demostré que los ministros sólo escriben unos pocos fallos. No se puede predicar transparencia si no la hay en el propio Alto Tribunal.

No se vislumbran soluciones

Observadores imparciales dirían que la Justicia está en declinación desde muchas décadas. El proceso de deterioro no se ha detenido. En algunas administraciones se ha acelerado y en otras no se lo ha revertido.

La Corte Suprema tiene una gran responsabilidad sobre la seguridad jurídica y no puede eludirla endilgando en abstracto (no dice a quien) la responsabilidad.

(1) http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/13/03/2010/a3d095.html

(2) El trabajo completo en http://works.bepress.com/horacio_m_lynch/36. Hay un resumen en la Revista del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, http://www.colabogados.org.ar/larevista/articulo.php?origen=&id=101&idrevista=10

(3) http://www.abogados.com.ar/quien-dicta-los-fallos-de-la-corte-la-delegacion-en-la-corte-suprema/5113
 

 

 

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