En la actualidad, el papel desempeñado por el carbón, el petróleo, el gas natural y las fuentes renovables en Argentina frente a los desafíos de la reducción de emisiones contaminantes debido al cambio climático es un tema de relevancia mundial. En este escrito, exploraremos el rol de estos recursos a nivel nacional y los compararemos con la situación internacional, además de analizar las ventajas que ofrece el gas natural y si Argentina debe aprovechar al máximo su potencial de recursos gasíferos.
I. El Panorama Energético en Argentina
Argentina es afortunada en cuanto a la diversidad de sus recursos energéticos, tanto renovables como no renovables. Entre sus activos se encuentran cuencas de hidrocarburos, energía hidroeléctrica, eólica, solar y biomasa. Esta abundancia de recursos plantea la pregunta de por qué no se priorizan las fuentes de energía renovable, que son más respetuosas con el medio ambiente en el contexto del cambio climático.
Sin embargo, al analizar la matriz energética de Argentina, observamos una preponderancia del gas natural, que representa alrededor del 52% del consumo energético, seguido del petróleo, con un 30%. Las fuentes renovables tienen una participación más modesta, mientras que el carbón apenas tiene presencia. En este sentido, debajo podremos observar un cuadro por el cual se puede identificar la matriz energética de Argentina con lo que respecta al 2022.
Dichas estadísticas, por más de que no haya una preponderancia de recursos renovables, podemos considerar que es un panorama alentador frente al desafío de la reducción de emisiones contaminantes ante el cambio climático ya que el gas natural como recurso fósil es actualmente el más "limpio", siendo así que al quemarse emite menos de la mitad de dióxido de carbono (CO2) que el petróleo y el carbón. Además, la transición hacia fuentes de energía renovable es un proceso que debe llevarse a cabo de manera gradual y planificada, ya que, desde una perspectiva económica, la producción de electricidad a partir de fuentes renovables es más costosa. Esta transición también implica cambios en la industria, lo que requiere una estrategia cuidadosa.
II. Comparación Internacional
A nivel mundial, la situación es bastante diferente, ya que muchas naciones dependen en gran medida del carbón y el petróleo, lo que representa aproximadamente el 58% de la matriz energética global en 2022. La razón principal detrás de esta dependencia es el costo asequible del carbón, que satisface las necesidades energéticas de las principales potencias sin necesidad de importación, permitiendo en este sentido acompañar su crecimiento económico a un bajo costo. Esto mismo se puede ver reflejado en el cuadro de abajo, donde podemos ver que potencias mundiales como es el caso de China (y otros países con crecimiento económico acelerado) siguen teniendo una gran dependencia al carbón, principalmente por su bajo costo y facilidad de transporte. Sin embargo, lo que cabe remarcar de las estadísticas obtenidas no es solo la relevancia del carbón como matriz energética, sino el volumen de lo que se consume.
En este contexto, surge la pregunta: ¿Está Argentina más avanzada en la transición hacia fuentes de energía con bajas emisiones de CO2? La respuesta es sí, especialmente si se compara con las principales potencias mundiales como Estados Unidos, China, India, Rusia y Japón. Argentina ya ha realizado su primera transición remplazando al carbón por el gas natural como fuente de energía primaria, que es una opción más limpia. Dicho combustible es el hidrocarburo que menos CO2 emite, además de ser económico, motivo por el cual se lo considera como el combustible de la transición previo al uso de renovables. Cabe mencionar que estadísticamente hablando si se remplazase a nivel mundial el uso de petróleo y carbón por el gas natural, las emisiones de CO2 disminuirían en un 50%.
Sin embargo, no todos los países pueden seguir el mismo camino, ya que las capacidades económicas y financieras varían. Argentina, a pesar de su transición al gas natural, aún enfrenta desafíos económicos para depender completamente de fuentes renovables. Sin embargo, el país posee una rica diversidad de recursos, incluidos los gasíferos, que podrían ser exportados para ayudar a otras naciones en sus procesos de transición. En este sentido, siendo que Argentina cuenta con grandes reservas de cuencas gasíferas, hidrocarburo considerado como el combustible de la transición energética, tiene la oportunidad de convertirse en un importante proveedor de gas natural a nivel mundial.
III. El Desafío de la Exploración, Explotación y Exportación de Gas Natural
La explotación de recursos, requiere una inversión adecuada y la exploración constante de dichas reservas, las cuencas de gas natural no son la excepción. Dicho esto, cabe remarcar que la Argentina cuenta con cuencas gasíferas cuyas reservas, con las gestiones adecuadas y las inversiones necesarias, podrían abastecer la demanda interna de dicho hidrocarburo gran parte del año por lo que no sería necesaria la importación de otros países ahorrando aproximadamente 4000 MM USD, monto que duplica lo invertido en el gasoducto Néstor Kirchner, por ejemplo. A su vez, dichas reservas no solo abastecerían el mercado interno sino que también podrían producir niveles considerables para su exportación.
La exportación de gas natural a territorios cercanos, como podría ser el caso de Chile o Brasil, no conlleva grandes dificultades ya que puede ser transportador por medio de gasoductos. Por el contrario, en caso de que dicho destino sea un territorio más alejado, como podría ser el caso de China o Corea del Norte, es necesario que el gas natural sea procesado en una planta de licuefacción y sea llevado a una temperatura cercana a las -160ºC a los fines de poder ser transportado correctamente manteniendo propiedades energéticas, a esto último llamamos Gas Natural Licuado (GNL). En este sentido, Argentina debería considerar la construcción de plantas de licuefacción si planea convertirse en un importante exportador de gas natural.
La exportación de gas natural podría no solo generar ingresos significativos, sino también fortalecer las relaciones diplomáticas y comerciales con otros países, fomentando la cooperación en torno a la sostenibilidad energética.
IV. Conclusiones
Argentina ha avanzado en su transición hacia fuentes de energía más limpias, como el gas natural, en comparación con otras naciones, pero aún enfrenta desafíos económicos y políticos que debe sobrepasar.
La diversidad de recursos del país le brinda la oportunidad de ser un actor clave en la exportación de gas natural, lo que contribuiría a la reducción de emisiones a nivel global. Sin embargo, es esencial abordar estos desafíos con una visión a largo plazo y una estrategia sólida para garantizar un futuro más sostenible y limpio en la matriz energética de Argentina y el mundo.
Finalmente, con el simple fin de hacer reflexionar al lector y dando lugar a que cada quien formule su propia conclusión, cabe preguntarnos: ¿Deberían todos los países abordar la transición hacia energías renovables de la misma manera, o debería ser responsabilidad prioritaria de aquellos países con mayores niveles de consumo de hidrocarburos y, por consiguiente, mayores emisiones de CO2? Debajo copio unos cuadros (todos ellos en la misma escala) donde se puede comparar la matriz energética y el consumo de las principales potencias mundiales con algunos de los países de Latinoamérica.
Fuente de Datos de los cuadros:
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